Se habla en la cancha

Puebla /

Los partidos se ganan o se pierden sobre el terreno de juego, es allí donde se defiende el honor y se redimen los equipos. No en la sala de prensa. No ante las cámaras. No mediante una puesta en escena cuya intención es enganchar ingenuos para que acudan al estadio.

Porque si hubiese ascenso y descenso, no habría necesidad de ningún “performance” de los jugadores para ofrecer disculpas y pedirle a la afición que regrese a la grada. Con el peligro de bajar a segunda, el Cuauhtémoc estaría a reventar a pesar del pésimo torneo.

Antier aparecieron en una conferencia de prensa todos los futbolistas del equipo de la Franja, se comprometieron a “mostrar otra cara” y a recuperar la “identidad Puebla”.

El gesto, en todo caso, les otorga el beneficio de la duda. Esta noche podremos comprobar esos renovados bríos ante un sinodal muy complicado: los Tigres, a pesar de viajar sin Gignac.

El calendario en la recta final del torneo, luce de miedo para los Camoteros, en la mira aparecen: los Tigres, Guadalajara, Cruz Azul, Tijuana y el América.

El Puebla está en el sótano de la competición, tiene apenas el 14 por ciento de productividad, merced a 5 puntos ganados, gracias a una victoria (ante su hermano, el Mazatlán) y dos empates, contra el Toluca y los rojinegros del Atlas. Si esa tendencia se mantiene, en el marco de su 80 aniversario, el club de la Angelópolis podría firmar su peor campeonato en la primera división.

Con 4 puntos más, el Puebla estaría empatando el registro del torneo Invierno 98, cuando sumó al final de aquel certamen de espanto, la paupérrima cifra de 9 puntos. Habría que irnos a la diferencia de goles para determinar al “peor Puebla” de todos los tiempos. Aquel terminó con un pavoroso -29; actualmente, el golaveraje tiene a los de la Franja con -19, gracias a la friolera de 31 goles encajados.

Si supera esa barrera y llega al doble dígito de puntos, podrá competir con otros equipos que quedaron en la historia ignominiosa: el del verano 2002, que hizo 11 puntos, o el del verano 99, que concluyó con 13 unidades en el fondo de la tabla general y de cocientes, descendiendo en la cancha.

En la recapitulación de las peores versiones del Puebla, me llamó la atención que prácticamente todos los equipos que han sido célebres, por malos, datan de 1996 a la fecha. Durante el último torneo largo, en la temporada 95–96, el Puebla cayó por primera vez al fondo de la clasificación. Previamente, lo más cerca que estuvo de esas posiciones, fue durante el segundo lustro de los setenta, idénticos números en la 75-76 y 77-78, con 25 por ciento de productividad, en el antepenúltimo lugar de una clasificación de 20 clubes.

¿Cómo pasó en unos cuantos meses el equipo poblano de calificar directo, al último lugar? La labor de reconstrucción se tendrá que llevar a cabo de cara al siguiente torneo, empero, antes de ello, el Puebla tiene que tratar de salvar el honor y no “celebrar” sus 80 años, como el peor equipo de su historia.


  • David Badillo
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