Que Nahuel Guzmán sea noticia por una mala conducta ya no es novedad.
El portero de Tigres nos ha acostumbrado a hablar de él siempre por acciones negativas.
Es un sujeto que no sabe perder, de muy mala calidad moral y un individuo que exhibe cada que puede su poco respeto hacia los rivales.
Realmente da pena tenerlo en la Liga MX, hay tantos guardametas mexicanos con su mismo potencial y con un espíritu deportivo envidiable que están en la banca de varios equipos mexicanos y no tienen oportunidad.
El señor no es el mejor de nuestra liga, no se compara con los grandes arqueros extranjeros que han tocado México, sin embargo, se siente único y tocado por Dios.
También da vergüenza que existan aficionados que todavía lo defienden, argumentan tonterías a su favor para justificarlo una y otra vez. Lo más sorprendente es que vive de un futbol que su lema es “Juega limpio y siente tu Liga”. Guzmán es el estandarte de todo lo contrario a esa frase.
La Comisión Disciplinaria debería de sancionarlo no por esta acción ante Eduardo Aguirre, sino por todas sus “cochinadas” a lo largo de su trayectoria en nuestro país.
Un club tan respetable como Tigres debería también de emprender acciones serias con su portero, simplemente porque no es la primera y estoy seguro que no será la última vez que haga algo parecido.
El talento que tiene, lo echa a la basura y lo opaca con sus actos dentro y fuera de la cancha. En fin, ‘El Patón’ representa perfectamente a ese sector minoritario de sus aficionados que son siempre protagonistas de fechorías.