Fracasaron en la Copa del Rey, la Champions League y seguramente también lo harán en la Liga. Nadie se imaginó que la salida de Zinedine Zidane y Cristiano Ronaldo le pegaría tanto a un equipo acostumbrado a la grandeza.
La vergüenza ha sido la mejor amiga de todos los seguidores de los Galácticos tras ocho meses de mal futbol, pésimos resultados y desorden organizacional. En menos de un año, los directivos merengues se dieron cuenta de lo caro que les salió no valorar a Cristiano.
El año pasado, El Madrid celebraba su tercera Champions consecutiva. No existía ningún equipo en el planeta más poderoso y exitoso, y poco les duró el festejo. Ahí mismo, al concluir la final Ronaldo abrió la posibilidad de su salida y nadie entendió lo que significaría más que Zidane.
El entrenador francés sabía lo que venía para los Blancos y por eso tomó la decisión de marcharse.
Muy inteligente, ‘Zizou’ aplicó perfectamente la frase: “mueres siendo un héroe o vives lo suficiente para convertirte en villano”. Entonces agarró sus maletas y se fue siendo un grande. El tiempo le dio la razón.
El cuadro merengue dependía tanto de Ronaldo, pero nadie lo percibía. Los Galácticos eran competitivos gracias al portugués y no tuvieron la decencia de valorarlo. Dijo adiós por dignidad más allá del dinero.
Hoy regresa Zidane, pero será difícil retomar el camino. Florentino Pérez tendrá que abrir la billetera y traer dos o tres “Ronaldos” para reparar su fatal decisión. “Hala Madrid y nada más”.