SERIE PERIODÍSTICA “POETAS ZAPATISTAS” / CAPÍTULO III
Aquel Día de los Inocentes, Donald Trump todavía no tomaba protesta como presidente de Estados Unidos ni Elon Musk había mostrado aún la arrogancia de celebrar la ocasión con un saludo nazi…
…Pero estaba claro que el hombre que ahora manda en el país con más armas de destrucción masiva llegaría de nuevo al gobierno enfundado en su traje de verdugo y que el hombre más rico del mundo ostentaría sin pudor alguno el nuevo poder que ha comprado.
Hubo un tiempo en el que los periodistas teníamos que investigar e identificar los voraces intereses financieros detrás de los políticos: Titiriteros económicos permanecían en segundo plano, buscando disimular sus programas a través de marionetas en turno.
Todo eso cambió. Con la asunción de Trump y Musk el sistema ha llevado al capitalismo a una fase más descarada, en la cual ya no hay escrúpulos para que los titiriteros reivindiquen de forma abierta agendas criminales a través de decretos gubernamentales transmitidos en tiempo real.
Quizá lo que toca entonces es contextualizar, reflexionar, contraponer, imaginar, o sea, escuchar más.
Por eso, aquel Día de los Inocentes tenía sentido —y urgente— todo lo que tenían que decir los participantes de las mesas organizadas por el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) para comentar la realidad que está sufriendo un mundo en el que la “Edad de Oro” de unos es “La Tormenta” de otros.
***
Estamos ante un crimen en el que el verdugo se protege pero no se esconde. Se trata de un delito ostentoso, in fraganti y del cual el delincuente se enorgullece. El criminal es el sistema capitalista patriarcal. El capitalismo, desde sus orígenes viene chorreando sangre y podredumbre, pero en sus últimas etapas esto lo ha llevado al exceso.
Jorge Alonso
El capitalismo tiene como origen y constante el crimen, pero hay periodos de la historia en que ese crimen se manifiesta con su rostro más nítido, sin maquillajes: la barbarie. El motivo de esto todavía está a debate. Hay quienes argumentan que en la historia actual se debe a que el sistema se encuentra en crisis y que recurre a la violencia para recuperar su estabilidad. También hay quienes señalan que las condiciones materiales para la reproducción del sistema se encuentran en su fase límite y que las clases dominantes hacen su guerra para conquistar lo que puedan. Otra lectura es que estamos frente a una disputa entre imperios, por la hegemonía, por la conducción del sistema. Sea por la crisis del sistema, por el agotamiento de las condiciones materiales o bien por las disputas inter imperialistas, lo cierto es que hoy el sistema se nos muestra en toda su barbarie.
Raúl Romero
Los compañeros [zapatistas] nos han enseñado que este capitalismo se basa en cuatro ruedas: la explotación, el despojo, el desprecio y la represión. Pero sucede —y aquí retomo otra vez una metáfora que aprendí de los compañeros—, hagan de cuenta que este sistema social capitalista es como una máquina, pero esta máquina ya es muy vieja, tiene 500 años, medio milenio de existencia. Entonces, hace aproximadamente 50 años esta máquina que ya envejeció de tanto y tanto explotar a los trabajadores, de tanto y tanto despojar a los pueblos, de tanto y tanto despreciar y tanto y tanto reprimir, empieza a dejar de funcionar. De pronto los engranes no embonan bien, de pronto las poleas empiezan a aflojarse, de pronto las correas se rompen, de pronto las ruedas dentadas ya no logran transmitir el movimiento, de pronto las poleas… Y entonces esta máquina empieza a chirriar, literalmente a dejar de funcionar. Y eso pone muy bravos a los capitalistas, a los finqueros, como dicen los compañeros. Y, ¿saben qué hace el capitalismo para tratar entonces de seguir funcionando y seguir explotando? Pues entonces agudiza, intensifica y lleva al extremo todos sus mecanismos y las cuatro ruedas que mencioné antes.
Carlos Aguirre Rojas
El capitalismo siempre ha sido un sistema de creación y destrucción pero ahora es la destrucción la que domina. Si no logramos romper el sistema actual, es muy posible que nos lleve a la extinción de la humanidad. El calentamiento del planeta, guerras y la posibilidad de una guerra nuclear, la destrucción de la biodiversidad, el agotamiento del agua, las olas de migración que son resultado de la destrucción de ciertas partes del mundo, la inestabilidad financiera del sistema mundo que va creciendo. Todo eso sugiere que la catástrofe va a ir creciendo y creciendo. El capitalismo de hoy no es necesariamente peor que hace 100 años pero tiene un potencial de destrucción que nunca ha tenido antes.
John Holloway
Tenía la convicción de que la etapa actual podría ser llamada capitaloceno. Sin embargo, ahora me inclino por considerar que estamos en el necroceno, término acuñado por Achille Mbembe a principios de este siglo para enfatizar que se trata de una época en la que la explotación, exclusión y muerte, se convierten en elementos centrales del sistema global, donde hay personas valoradas como prescindibles por el sometimiento de la vida al poder de la muerte.
Jorge Alonso —en una posdata que se rebela a la petición de no hacer ponencias con citas.