Puente Madera, es la comunidad de San Blas Atempa, en Oaxaca, donde la caravana El Sur Resiste, pasó la primera noche de su recorrido tras ser recibida con una marcha de protesta por la construcción de uno de los siete Parques Industriales que forman parte del megaproyecto del Corredor Interoceánico y el Tren Maya.
A partir de la intersección carretera que da entrada al pueblo, caravanistas y pobladores se encontraron y caminaron con antorchas, escoltados por motociclistas y mototaxis, bajo la consigna: “¡el Istmo no se vende!”
A la mañana del día siguiente (26 de abril), los visitantes acudieron al territorio específico en el que se planea levantar la obra impulsada por el gobierno federal: “El Pitayal, un área llena de mezquites, coyotes, conejos, venados, y otras especies vegetales y animales… todo este ecosistema está en peligro de ser convertido en el Parque Industrial”, se reporta en el comunicado del segundo día de viaje, difundido a través de www.elsurresiste.org
De acuerdo con este relato de la caravana, los integrantes de la comunidad compartieron ahí mismo los vínculos vitales que los unen con el lugar. “Del Pitayal vivimos, comemos, de ahí comemos porque cortamos leña que usamos para cocinar pero que también vendemos, ahí hay conejo y venado. Si nos quitan El Pitayal es como si nos quitaran nuestro banco para vivir”, es uno de los testimonios documentados, entre las mujeres y hombres presentes.
Dicha conexión ancestral de los pueblos del sur del país, es una de las críticas más puntuales que plantea la caravana contra el actual gobierno federal. “Este es un aspecto que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha decidido ignorar sobre los pueblos originarios que habitan el territorio denominado México, junto con los demás gobiernos neoliberales que le han precedido, el territorio representa más que un ente físico y recursos que pueden obtener de este; los pueblos originarios, como el pueblo zapoteco de Puente Madera, ha desarrollado su modo de existir en completa conexión con su ambiente natural.
“Si se destruye el territorio en el cual una comunidad habita, no sólo se destruye su entorno físico, se atenta con la forma de vida de todo un Pueblo; su comida, sus formas de producir recursos económicos, su cultura, tradición y forma de vivir el día a día”.
Falsa legitimidad
En particular, el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas, también fue señalado por la comunidad de acarrear personas para supuestas consultas populares, falsificar firmas de habitantes e incluso lanzar amenazas directas contra los pobladores.
La Asamblea del Istmo, una de las organizaciones que participa en la caravana, sentenció ahí: “Nosotros decimos que el gobierno actual es el peor de todos, este gobierno no nos ha dado la mínima oportunidad de decirle al gobierno porqué estamos en resistencia, en cambio nos están persiguiendo”.
De acuerdo con el recorrido de la caravana, el área que sería devastada en El Pitayal para erigir el Parque Industrial, abarca más de 360 hectáreas, las cuales se sienten áridas y secas, según el reporte caravanero, pero la comunidad tiene un plan en marcha para reforestarlo y preservarlo.
Entre las actividades realizadas, los pobladores plantaron dos tipos de árboles distintos y un grupo de mujeres realizaron una ofrenda en zapoteco para agradecer a la madre tierra por sostener la vida. También le pidieron fuerza para mantener sus acciones de resistencia.
Rebeldías en el Istmo
Al concluir el recorrido por El Pitayal, los caravaneros participaron en el foro Rebeldías y Resistencias en el Istmo Oaxaqueño, en el que representantes de diversas comunidades plantearon algunas de sus principales preocupaciones ante los megaproyectos, entre las cuales se encuentra el desplazamiento forzado económico, una mayor presencia de grupos criminales ligados al narco y la trata de personas, además del aumento de la violencia contra mujeres y niñas.
La relatoría resume así algunas historias y reflexiones de ciertas organizaciones y comunidades participantes:
—Asamblea de Pueblos Indígenas del Istmo en Defensa de la Tierra y el Territorio: Imposición de de parques eólicos que no han generado bienestar a causa de contratos sumamente desventajosos, además de provocar muerte de especies polinizadoras con los murciélagos y contribuir a la sequía de la tierra y contaminación de mantos freáticos.
“A pesar de que hay 15 parques eólicos en Juchitán, ni un watt hemos recibido de estas empresas, nosotros no recibimos nada de ellos. Estos proyectos no son para nosotros”.
—Comunidad de Ixtepec: diez años de resistencia contra proyecto minero, el cual no pudo ser implementado por la resistencia del pueblo, en su mayoría, organizado por mujeres. La misma situación de la minera la viven ahora con el Tren Interoceánico/Transístmico—. “La gente desconoce lo que está pasando en el territorio, desconoce lo que es un parque industrial, desconocen cómo ese tren va a llegar a quitarnos lo mucho o poco que tenemos”.
—Comunidad de La Ventosa: Resistencia desde 2016 ante mineras de Canadá, y cómo lograron detener el proyecto mediante la organización comunitaria—. “El proyecto nos ha costado difamación, amenazas, cansancios, pero seguimos diciendo no a la mina, no a los parques eólicos. Nosotros también decimos no a las consultas, porque son amañadas y nos quitan nuestro derecho a la autodeterminación”.
—Comunidad de Ixhuatán: en Oriente del Istmo hay 16 mil hectáreas concesionadas desde el sexenio de Peña Nieto. Se sabe del proyecto de generar zonas de producción y zonas de inversión en toda la zona del Istmo—. “El Istmo siempre ha estado ahí en la mirada de la explotación, desde los 2000 con el Plan Puebla Panamá con Vicente Fox, las Zonas Económicas Especiales con Peña Nieto, y con AMLO zonas económicas especiales, el canal interoceánico. Diferente nombre, pero misma visión de explotación”.
Otros proyectos económicos y programas oficiales cuestionados en el foro, fueron el de una concesión minera en la frontera con los Chimalapas, para explotar plata y cobre, así como Sembrando Vida.
Respeto a la vida y resistencia
Antes de dejar Puente Madera, la caravana denunció la criminalización de la resistencia en esa comunidad, al registrarse, por lo menos, 17 órdenes de aprehensión en contra de integrantes de la Asamblea local por su oposición al Parque Industrial.
“Por lo tanto, la Asamblea del Istmo hace responsable a los tres niveles de gobierno, incluyendo a Antonino Morales Toledo, secretario de Administración del estado de Oaxaca; al gobernador de Oaxaca, Salomón Jara Cruz, y al presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, de cualquier ataque de cualquier tipo en contra de cualquier miembro de la comunidad, integrantes de la Asamblea o del frente de organizaciones oaxaqueñas”.
“Nos sumamos a este llamado, exigimos respeto a la vida y resistencia de la comunidad de Puente Madera y toda la región del Istmo de Oaxaca; de la misma forma exigimos la cancelación de los proyectos de muerte en esta región que representan una amenaza para la vida y para la existencia de las comunidades que han habitado estos territorios por siglos protegiendo a la madre tierra”.
Al día siguiente, la caravana inició su tercer día de actividades con la visita al plantón de Tierra y Libertad en Mogoñe Viejo, el cual sería reprimido por la Marina, Guardia Nacional y policía estatal, tan solo un día después.
Continuará…