Cierra esta semana de forma contrastante, en lo que a sí es música se refiere… Originalmente íbamos a dedicarnos a hablar sobre lo que será la ceremonia de inducción al Salón de la Fama del Rock and Roll, donde Ozzy Osbourne ingresará como solista, en una transmisión que se efectuará vía la plataforma del ratón Miguelito…
Sin embargo, es inevitable hacer a un lado la trágica muerte de Liam Payne, ex integrante de la boyband londinense One Direction.
Quienes somos de la Generación MTV, a duras penas conocemos a Harry Styles, tanto por su exitosa carrera como solista, con premios Grammy incluidos, como por su escándalo al protagonizar la cinta “Don’t Worry, Darling” con la también británica actriz y cantautora Florence Pugh.
Sin embargo, el fallecimiento repentino de Payne nos hace recordar otros casos similares ocurridos no hace muchos años, también en circunstancias extrañas.
Hay quienes seguimos sin superar que Dolores O’Riordan, líder de la banda irlandesa Cranberries, se quedó dormida en un hotel de Londres mientras se bañaba en su tina, después de haber participado en grabaciones de lo que sería el álbum póstumo de la banda.
Otro caso en el punto medio generacional fue el de Tim Bergling, más conocido como Avicii, un DJ sueco que salió del patrón del clásico “pinchadiscos” como le dicen en España, y que estaba creando arte trascendente.
Dolores se fue el 15 de enero de 2018, 46 años; Avicii, el 20 de abril del mismo año, a sus 28. Payne, el 16 de octubre de 2024, 31 años.
Más allá de investigaciones, habrá que revisar la discografía de Payne: después de que One Direction se disolvió en 2015, a los tres años lanzó su EP “First Time” el cual llegó al número 2 de las listas estadunidenses.
Entre sus sencillos figuran “Strip That Down”, “Get Low”, “Bedroom Floor”, “For You”, “Familiar”, “First Time”, “Polaroid”, “All I Want (For Christmas)”, “Live Forever”, “Midnight”, “Naughty List” y “Sunshine”.