Que luego de una serie de recomendaciones que hizo la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente hacía el Zoológico de León a fin de garantizar la seguridad de los ejemplares y los visitantes, se comprobó que las medidas impuestas fueron cumplidas, por lo que se levantó la clausura total temporal, como ellos lo llaman.
La visita de inspección se dio el pasado viernes 19 de diciembre; la síndico de la administración Esther Santos, salió en defensa del tema y dijo que las observaciones realizadas por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente fueron atendidas en tiempo y forma, por lo que, tras dos días, el Zoológico de León abrió nuevamente al público en general el pasado sábado. Habría que ver si esto es lo único que viene arrastrando el zoológico.
Por cierto que después de los dos días de cierre la autoridad municipal salió a decir que durante este pasado fin de semana el Zoológico de León recibió a más de mil 900 personas, posicionándolo como “uno de los principales espacios de convivencia familiar y aprendizaje ambiental”.
Que luego de que MILENIO dio a conocer que los decomisos de droga en paqueterías han crecido hasta 65%, la Canacar en el Bajío aseguró que las empresas de este giro han reforzado sus filtros y protocolos para prevenir el traslado de sustancias ilícitas.
Y es que para ello algunas paqueterías ya cuentan con unidades caninas que detectan drogas y notifican a las autoridades cuando se identifica un envío sospechoso. Además, se incluyen la revisión de facturas, la validación de que los remitentes y destinatarios sean empresas constituidas y la capacitación del personal operativo para seguir los protocolos establecidos.
Y en el Congreso del estado para el próximo periodo se estará analizando una modificación al Código Penal para actualizar el delito de extorsión, con el fin de incluir nuevas modalidades que han surgido a partir del uso de tecnologías digitales, ya que actualmente es posible alterar el número de teléfono que aparece en una llamada para simular que proviene de un contacto conocido, fenómeno conocido como “máscara telefónica”, sumado a que se están utilizando herramientas de inteligencia artificial para reproducir la voz de familiares y hacer creíbles los intentos de extorsión.