Que más allá de la coyuntura política que rodea el caso de Teuchitlán, urge visibilizar el núcleo de esta tragedia: miles de jóvenes en México, empujados por la falta de oportunidades, abandonan sus hogares con la esperanza de una vida digna y terminan atrapados en las garras del narcotráfico. No es solo un crimen aislado, sino el reflejo de un sistema que obliga a elegir entre la precariedad, la esclavitud criminal o la muerte. Mientras las autoridades han minimizado esta crisis —ya sea por omisión, corrupción o incapacidad—, las víctimas son aquellos a quienes el Estado les falló dos veces: primero, al negarles educación y empleo; después, al permitir que el crimen los convirtiera en carne de cañón. La pregunta no es quién politiza el dolor, sino cuántas generaciones más pagarán el costo de una sociedad que normaliza su desaparición.
Que frente a los dramas que desangran al país, siempre emergen aquellos que —careciendo de escrúpulos— convierten el dolor ajeno en plataforma. No es nuevo: mientras las víctimas claman justicia, ciertos actores se montan en la “ola de la indignación” para vender relatos de redención. Ejemplo claro: la llegada a Guadalajara de Alejandro Moreno, quien ahora ofrece cátedras de “dignidad” y “lucha contra la corrupción”, como si su historial político fuera un manual de buenos modales.
Que la tensión que se vive en Movimiento Ciudadano revela una fractura clave en la estructura naranja: mientras Pablo Lemus busca distanciarse de los conflictos heredados, los alfaristas defienden su influencia. Con acusaciones de control unilateral y una pugna por el rumbo del partido, Jalisco se perfila como escenario de una crisis que podría escalar. Los próximos días definirán si la ruptura se profundiza o se negocia en silencio.
Que la temporada de estiaje viene con todo, y las autoridades de Protección Civil y Bomberos ya advirtieron que este fin de semana se prevé complicado para combatir los incendios, por lo que insisten a la ciudadanía en que no realicen quemas agrícolas y avisen oportunamente cualquier siniestro para evitar la propagación del fuego.