Que ¡qué indignante y preocupante situación! Una madre denuncia que su hija de 13 años fue vacunada sin su consentimiento, lo que le provocó un daño secundario. Puede haber más casos. Mientras tanto, la escuela se deslinda de responsabilidad, diciendo que es la Secretaría de Salud, a cargo de Héctor Raúl Pérez, quien debió obtener la aprobación de los padres. Preocupa que se tomen decisiones sobre la salud de los niños sin consentimiento de los tutores. La escuela y Secretaría de Salud deben explicar qué pasó.
Que la resolución emitida por la sala Guadalajara del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, y posteriormente acatada por el Tribunal Electoral del Estado de Jalisco, representa un respaldo fundamental a los procesos de decisión comunitaria. Al reconocer la legitimidad y la voluntad popular expresada en el caso de Bolaños, las autoridades judiciales refuerzan un principio esencial en un estado democrático de derecho: el respeto a la autodeterminación de las comunidades dentro del marco constitucional. No obstante, el proceso no está exento de posibles desarrollos futuros. La puerta que permanece abierta para que los mestizos impugnadores interpongan un recurso ante la sala superior introduce un elemento de incertidumbre procedural. Si bien existe la posibilidad de que un eventual recurso sea desechado por no abordar una cuestión constitucional de fondo, la sola presencia de esta vía mantiene viva la controversia en el ámbito legal. La atención se desplaza al ámbito político, pues Marcela Zárate, presidenta del Tribunal de Jalisco, tendrá su informe de labores esta semana y veremos cómo maneja la decisión federal.
Que ¡qué vergüenza! La policía vial es la institución más denunciada por corrupción en los últimos ocho años. Los seis años del gobierno de Enrique Alfaro y el primero de Pablo Lemus hacen indignante que quienes deberían protegernos y servirnos sean los que nos roban y abusan de su poder. Aceptar dinero es un abuso de poder y una falta de respeto hacia la ciudadanía. El modus corruptus no es nada nuevo. Han evolucionado en sus métodos, pasando de recibir dinero en efectivo a aceptar transferencias bancarias. Pero lo que es más grave es que no solo se trata de dinero, se trata de la confianza que se ha perdido en las instituciones.