: Que tremendo susto se llevaron algunos trabajadores de la Secretaría del Trabajo mexiquense cuando fueron desalojados de sus oficinas por una, afortunadamente falsa, amenaza de bomba en las instalaciones. De inmediato llegaron al lugar expertos de la Comisión Estatal de Seguridad Ciudadana en desactivar ese tipo de artefactos, así como personal de Protección Civil, pero todo fue obra de un bromista.
: Que poco faltó para que el lunes se registrara un incidente mayor en Chicoloapan, cuando un grupo de policías municipales agredió al cura de la Parroquia de San Vicente Mártir, Federico Hernández Sánchez. La gresca fue evitada justamente por la sensatez del sacerdote.
Todo inició cuando el prelado trató de ingresar al atrio de la parroquia con su vehículo, pero una patrulla municipal estorbaba el acceso. Los elementos le negaron el paso y se dirigió a la comandancia, pero como no lo atendieron regresó al templo donde los policías empezaron a agredirlo verbalmente y de ahí pasaron a los golpes.
Más de 120 personas llegaron al lugar de los hechos y trataron de linchar a los policías, lo que fue evitado por el fiscal regional de Nezahualcóyotl, Francisco Blancas Valerio, quien invitó al cura y a los vecinos a presentar una denuncia en la Fiscalía. Todo volvió a la paz.
: Que las cosas se complican en la Universidad Autónoma de Chapingo, un grupo de académicos encabezados por Jorge Espino Espinoza tomaron ayer las instalaciones para presionar a que el rector Sergio Barrales Domínguez presente su renuncia. Los docentes alegan incumplimiento de compromisos con el sindicato como la jubilación complementaria y el reemplazo ordenado del personal, así como el riesgo en el área de zootecnia, donde los animales que mueren no son desechados de manera adecuada, lo que pone en riesgo la seguridad e higiene de estudiantes, académicos, investigadores y personal administrativo.
: Que en la Dirección de Prevención y Readaptación Social las aguas siguen sin calmarse, luego de que el delegado Administrativo Enrique Cuevas Gómez fue acusado de acoso sexual por un grupo de mujeres que temen perder su trabajo, pero estaban cansadas del hostigamiento de este hombre. Ahora, dicen que la subcontralora Martha Patricia Villegas Olavarria quiere encararlas con el señalado, pero tienen miedo que después de esto sean despedidas.
Lo que piden es que se haga una investigación a fondo y les pregunten a los compañeros de oficina, mudos testigos, de lo que verdaderamente sucede en este espacio con el que dicen es un hombre que abusa de su poder.