Que además del “texcocómetro”, esa medición del aforo en sus respectivos eventos de cierre de precampaña para impresionar al adversario, las precandidatas Alejandra del Moral, del PRI, y Delfina Gómez, de Morena, tenían obviamente otros parámetros qué llenar para poder generar la sensación de triunfo al concluir esta etapa. Uno importante era el “arropamiento” de sus aliados, y en ese renglón se puede considerar un empate, pues personajes no les faltaron.
Que otros ángulos a cubrir eran, por supuesto, proclamar de inmediato la victoria en esta suerte de encuentro preliminar, y ambas lo hicieron: Del Moral de viva voz con el “tomamos Texcoco y ganamos la precampaña” en su discurso, y Delfina por interpósita persona, pues fue Higinio Martínez quien exclamó que el cierre de precampaña era “el acto del triunfo anunciado”. A ver cómo amanecen este lunes las mediciones que, no lo dude, ambas habrán encargado realizar.Que otro empate se puede considerar en la muy mala organización de ambos eventos, tanto para los asistentes que tuvieron que aventarse sendos actos asoleados, tumultuarios y tediosos, como para los medios de comunicación. Y es que a nadie se le ocurrió darles facilidades de acceso, teniendo como resultado que estuvieran batallando con el tráfico vehicular y las largas filas para poder realizar su trabajo.
A ver si los estrategas toman nota, pues la comunicación a través de todos los medios y sus plataformas será crucial en “la madre de todas las elecciones maestras y valientes”, o como sea que le hayan llamado.
Que ahora viene una pausa de casi dos meses, en los que tendrán que ser extremadamente ingeniosos para no perder los posicionamientos que poco o mucho han ganado. La realidad ha superado expectativas y esta situación sin duda debe ser motivo de análisis para la autoridad electoral.Muchos hablan de la necesidad de estructurar un calendario más realista o flexible para cuando “los procesos internos” sean mera demagogia y más bien se conviertan en abierto primer round de la campaña, como es el caso.