Que los empresarios están muy al pendiente de las acciones de los alcaldes de Tampico, Madero y Altamira, pues hay temas en los que aún deben seguir trabajando para cumplir las promesas de campaña. Ya ha transcurrido más de un año de gobierno y la coordinación entre municipios sigue siendo una asignatura pendiente.
Que mientras los Oples parecen estar prácticamente desahuciados, el Ietam reparte el pastel como si nada: 419 millones de pesos le fueron aprobados en automático, más de la mitad destinados a los partidos políticos y apenas una parte mínima para comenzar la organización de la próxima elección. Todo bajo la comodidad de lo legal y lo acostumbrado, sin debate ni cuestionamientos desde el Congreso del estado.
Que la presencia de la Universidad Autónoma de Tamaulipas en el Conaces reafirma su papel activo en la construcción de políticas públicas para la educación superior. La coordinación con la SEP y otras instituciones nacionales refleja una visión de largo plazo, donde la innovación, la investigación y la inclusión social se convierten en ejes clave para responder a los retos actuales de la formación universitaria en México.
Que en el PAN se habla de voto directo y democracia interna, aunque el proceso para renovar la dirigencia sigue sin fecha, sin reglas y sin convocatoria. El periodo estatutario aún corre, pero el discurso va varios pasos adelante de los hechos. Se promete legitimidad, mientras la militancia espera algo más elemental: un calendario sobre la mesa.
Que la puesta en marcha de la Estación de Transferencia Madero representa un avance significativo en el manejo de residuos en el sur de Tamaulipas. Más allá de la inversión millonaria, el proyecto destaca por incorporar tecnología de punta y cumplir con estrictas normas ambientales, lo que abre la puerta a un modelo más eficiente, moderno y sustentable que podría marcar pauta para otros municipios del estado.
Que existe un conflicto en el Sindicato de Terrestres en Tampico, donde se disputa el liderazgo de un organismo icónico en el que trabajó Pepito “El Terrestre”. La situación escaló a tal grado que fue necesaria la intervención de elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).