Que en este inicio de año, varios ex funcionarios panistas ligados al ex candidato César Verástegui han tocado la puerta del gobierno morenista a fin de tener una oportunidad laboral, por aquello de los cambios en dependencias en plena mitad de gestión de Américo Villarreal Anaya. Solo los tienen ahí, en espera.
Que le hicieron una piñata al alcalde de Reynosa Carlos Peña, al calor de la protesta de comerciantes informales contra los cobros del Ayuntamiento y no faltó quien chuscamente le preguntara si “exigirán regalías” al negocio Ramírez por usar su imagen. Así respondieron: “qué bueno les vaya bien con mi imagen, con este muñecón, ¿cómo no les va a ir bien?”.
Que se supo en la capital del estado, hay más notarías públicas en la mira del gobierno y algunas son de la zona conurbada del sur de Tamaulipas, donde podría haber revocaciones a fedatarios porque, presuntamente, se detectaron irregularidades. Se estará pendiente del tema y confirmar los nombres de quienes están en capilla.
Que en la supervisión de albergues para indocumentados por parte de la Secretaria de Gobernación Rosa Icela Rodríguez, desentonó Francisco Garduño porque moralmente no se puede sacudir la tragedia en Chihuahua del sexenio pasado y no es precisamente el servidor público más humanista. ¿Y su relevo Sergio Salomón Céspedes?
Que los regidores de Tampico Diana Sánchez Salas y Rogelio Pérez se quejaron en la Sesión de Cabildo sobre algunos directores por hacerse los omisos al pedir información, entre ellos Tránsito. Afirmaron hacer todo por obtener datos de ciertas dependencias, sin embargo, los titulares desobedecen y ya se molestaron por esa actitud.
Que por cierto, varios ediles se quedaron viendo entre ellos con la propuesta de la panista Carmen Díaz de elaborar un reglamento para los integrantes de la comuna, aunque primero el secretario del Ayuntamiento Carlos García le aclaró es un proceso largo y “no son enchiladas”. Cuando recibieron la respuesta, hubo quienes respiraron de alivio.