Que el fiscal general de Coahuila, Federico Fernández Montañez, presentó ante diputadas y diputados del Congreso del Estado su primer informe de resultados. Llegó con cifras bajo el brazo y con mensajes políticos bien medidos.
Que uno de los datos que más llamó la atención en el recinto legislativo fue que Coahuila se mantiene como el segundo estado más seguro del país, una posición que, dijo, no se había alcanzado en los últimos 18 años, lo que fue leído como un espaldarazo directo a la estrategia de seguridad estatal. Sin embargo, debe aceptar que las bases las instalaron anteriores administraciones.
Que el énfasis en los llamados “Puntos Violeta” para la atención inmediata a mujeres víctimas de violencia no fue casual, pues desde el Congreso se interpretó como una señal de alineación con la agenda de género que hoy empuja tanto el Ejecutivo como el Legislativo. Aseguró la reducción del rezago en carpetas de investigación, al pasar de 271 mil a 179 mil carpetas en solo un año, gracias a la creación de tres unidades especiales.
Que se ha desatado la guerra electoral entre priistas y morenistas en el Décimo Distrito Electoral, a seis meses de los comicios para renovar el Congreso del Estado, de Coahuila y lo peor es que lo ocurrido este domingo advierte que se tratará de una guerra sucia. Tanto el diputado priista Felipe González, que va por la reelección, como el neomorenista Shamir Fernández, ofrecieron reliquia guadalupana, el primero en la colonia Zaragoza Sur y el segundo en Las Luisas, en apoyo a su esposa Pily de Aguinaga, casi candidata por el citado distrito. Decimos guerra sucia porque al priista le crearon una página falsa a su nombre, en la que desde el sábado se emite el “aviso” de que se cancela la mega reliquia en honor a la Virgen de Guadalupe, hasta nuevo aviso. Sin embargo, sí hubo rosario y danzas y se entregaron alrededor de 2 mil raciones de asado y sopas, según aseguraron los organizadores.
La gente afín a “Felipao” pide sea investigado Gabriel Francisco, regidor impuesto por Fernández Hernández, a quien se atribuye la creación de páginas falsas en redes sociales y el hackeo de otras, que no simpatizan con el ex diputado federal.
Que en Saltillo ya se empieza a hablar de un cierre que nadie quiere asumir: la Casa del Migrante tendría fecha de caducidad en julio de 2026. Sin recursos internacionales y sin un solo convenio gubernamental, el albergue sobrevive —literalmente— al día. Los discursos solidarios abundan, los presupuestos no. Dicen que todos apoyan a los migrantes, mientras no cueste. De los 10 millones de pesos anuales que requiere la Casa del Migrante, apenas hay para aguantar seis meses más. Lo demás, puro deseo y buenas intenciones. Así, la caridad institucional sigue siendo solo de palabra.
Que no es un caso aislado: casas del migrante del centro y sur del país ya bajaron la cortina. Saltillo podría sumarse a la lista ante el silencio presupuestal de los tres niveles de gobierno. La política migratoria se discute en foros, pero se olvida en la práctica.
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