Que las trabas impuestas por algunos municipios a los desarrolladores de la vivienda están golpeando a un sector que ya arrastra dificultades desde hace seis años, con números a la baja. Y como siempre ocurre, esto genera un efecto dominó que también afecta a los que subsisten de la construcción de vivienda, desde pequeños contratistas hasta albañiles en general. Obviamente la cadena sigue, porque a final de cuentas la tramitología y los cobros fuera de ley a los desarrolladores por parte de los municipios impactan el costo final, y ese lo pagan los ciudadanos, como siempre ocurre en estos casos.
Que ayer la Comisión de Presupuesto circuló el dictamen del Presupuesto que se votará la próxima semana y para sorpresa de nadie, hace pedazos la propuesta entregada por el Estado el pasado 20 de noviembre. De entrada rechaza todas las peticiones contenidas en la iniciativa de Ley de Hacienda, esa que incluía el alza en ISN, permisos de alcoholes y nuevos cobros a contaminantes. Pero lo que sí resulta una sorpresa es que dejan al estado sin un peso de deuda y, por si fuera poco, le dan a los organismos y Poderes exactamente la cantidad de recursos que solicitaron. Con ello, la posibilidad de un veto cada vez se asoma más en el camino.
Que por cierto los que agarraron de aire el que se haya revivido el debate por la paridad de género fueron los integrantes del Instituto Estatal Electoral de Nuevo León. Este lunes a las 10:00 tendrán una mesa redonda virtual que lleva por nombre “Legislaciones por la paridad: construyendo una nueva política”, y no se ocupa ser adivino para saber por dónde viene esa rola. Solo como apunte, el organismo insiste en generar lineamientos sobre el tema y parece que ninguna fuerza política se los sacará de la mente.
Que en la penúltima sesión de Cabildo de Guadalupe se aprobó por decisión unánime el nuevo Reglamento para la Inclusión y No Discriminación de las Personas con Discapacidad, en el cual quedaron asentadas las bases para una mejor integración de quienes presentan esta situación. El reto ahora será que no se quede solamente en el papel, pues por toda el Área Metropolitana es común observar cajones de estacionamiento para personas con discapacidad ocupados de manera arbitraria o accesos para personas en silla de ruedas bloqueados.