Que el diputado Porfirio Muñoz Ledo sostuvo ayer una reunión virtual con legisladores y dirigentes de Morena, en la que denunció la abierta intromisión del jefe de los superdelegados del gobierno federal, Gabriel García, en los procesos de elección de candidatos en las entidades, presentándose como enviado de Andrés Manuel López Obrador. El ex presidente de la Cámara de Diputados aseguró que jamás podría pensar que un “gran demócrata” como el Presidente usaría un instrumento antidemocrático, encarnado en una persona, para operar las elecciones morenistas, pues sería el fin de Morena como partido democrático. “No lo aceptaría y tienen mi renuncia por delante”, advirtió.
Que los ajustes en la SEP, que encabeza Delfina Gómez, siguen en el orden del día y esta semana Rodolfo Lara Ponte dejó de ser el titular del Instituto Nacional para la Educación de los Adultos, cargo que ocupó formalmente desde el 5 de agosto de 2019, y por ahora fue nombrado un relevo provisional mientras que el Presidente define un nuevo perfil, que sea avalado por la Junta de Administración del INEA. Recordemos que hay un bloque de despidos en puerta como parte de un “plan de austeridad”.
Que si a alguien ha correspondido tejer fino es a la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, como puente entre el Presidente con el gobernador Enrique Alfaro, aunque dicen en la 4T que en realidad la relación ya no es tan tirante como pareciera en los intercambios públicos. Cuando todo se tensó, el emecista tocó la puerta de Bucareli, a partir de ahí se pactó el encuentro de enero pasado en Palacio Nacional y salieron las subsecuentes citas que han calmado las aguas.