Que a cinco días del inicio de la cumbre ambiental COP 26, la titular del Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático, Amparo Martínez Arroyo, todavía no tiene boleto para Glasgow, Reino Unido, a fin de formar parte de la comitiva de la Semarnat que participará en las negociaciones para la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero. Hasta ahora funcionarios de la secretaría y hasta senadores como Rocío Abreu, Alejandro Armenta y María Merced González ya confirmaron su viaje.
Que de confirmarse las señales que mandó ayer Ricardo Monreal, el gobernador saliente de Baja California, Jaime Bonilla, no irá al gabinete federal en noviembre, sino que volverá al Senado, donde quedará la vacante que dejará Gabriel García Hernández, ex todopoderoso coordinador de programas sociales, que tiene un pie de vuelta en el equipo de la 4T. Mientras el zacatecano se comienza a quitar los señalamientos de quienes lo acusan de querer boicotear los proyectos de Palacio Nacional, con la aprobación del paquete económico y en puerta la reforma eléctrica, la presidenta cameral, Olga Sánchez Cordero, condujo un debate respetuoso entre las bancadas, a diferencia del show en San Lázaro.
Que el espectáculo de San Lázaro, por cierto, fue más allá de las pancartas cuando ante comisiones, el director de la CFE, Manuel Bartlett Díaz, dijo que se iba a permitir ser grosero y afirmó que la caída del sistema en 1988 fue “un amasiato entre el PAN y Carlos Salinas de Gortari”.
Que la Agencia de Protección Sanitaria de la Secretaría de Salud de Ciudad de México aseguró 160 kilos de medicamento en malas condiciones después de una serie de visitas a 35 farmacias, consultorios y clínicas en diferentes alcaldías. Los productos decomisados fueron medicamentos e insumos con caducidad vencida, muestras y fármacos de uso exclusivo del sector que se ofrecían de manera irregular, entre ellos analgésicos orales, soluciones antisépticas e intravenosas, fórmulas homeopáticas y alcohol sin desnaturalizar.