Que la inauguración del parlamento abierto sobre la reforma eléctrica en el Palacio de San Lázaro se pintará hoy de color 4T, pues no solo estará ahí el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, en representación del Presidente, sino gobernadores morenistas encabezados por Claudia Sheinbaum, mientras mandatarios de oposición como los emecistas Enrique Alfaro, de Jalisco, y Samuel García, de Nuevo León, no asistirán, al igual que panistas y priistas, algo que llama la atención por el tamaño de la polémica dentro y fuera del país que ha generado esta iniciativa.
Que en oficinas del gobierno federal aseguran que la investigación por el operativo Rápido y furioso no concluye con las siete órdenes de aprehensión que un juez otorgó a la FGR contra Genaro García Luna, Luis Cárdenas Palomino y otros mandos de la extinta Policía Federal, además de Joaquín El Chapo Guzmán. Cuentan que el Ministerio Público mantiene indagatorias de otros ex servidores que pueden tener responsabilidad por la introducción ilegal de armas de fuego al país, impulsada por organismos de Estados Unidos, que terminaron en manos del narco.
Que vaya mensajes los que salieron ayer de los cuarteles de los presidenciables, pues la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, dijo que Cuitláhuac García “representa la integridad y un Veracruz más justo”, en línea con el Presidente, justo en días en que ese gobernador está más confrontado que nunca con Ricardo Monreal, quien a su vez mandó decir al INE que “no se permitirá que organismos autónomos usurpen funciones, pues por poderosos que sean no tienen razón de violar el principio de legalidad”.
Que para no repetir la mala experiencia de Campeche, donde el año pasado el PRI perdió la elección por designar a un candidato cercano a la dirigencia nacional, en Oaxaca van con mucho cuidado, y hasta el gobernador Alejandro Murat ha cerrado filas con el proceso para que sea el priismo del estado, nadie más, el que designe al abanderado al gobierno de la entidad, pues no están los tiempos para perder más posiciones a menos que piensen en el suicidio político.