Que a partir de este fin de semana, la Secretaría de Gobernación iniciará con la etapa de procesamiento y sistematización de la información recabada en las cuatro mesas de diálogo con las buscadoras, pero también será un periodo de prueba y evaluación para varios funcionarios señalados como ineficientes, negligentes y prepotentes con las víctimas. Cosa de ver que ayer, a una pregunta sobre los reclamos contra Rosario Piedra, titular de la CNDH, Rosa Icela Rodríguez respondió que no hay excusa para no hacer bien el trabajo, que todos tienen que participar y que todo mundo se da cuenta de quién trabaja y quién no. Órale.
Que ayer, de gira por Tamaulipas, la presidenta Claudia Sheinbaum hizo un nuevo llamado a la militancia de Morena a no olvidarse de los principios del movimiento de la 4T y desde Matamoros demandó que los servidores públicos emanados de su partido no deben tener privilegios, con la consigna de que “el dinero del pueblo es sagrado”, después de recorrer junto con el gobernador Américo Villarreal zonas afectadas por lluvias en la colonia bautizada ni más ni menos como “Ernesto Zedillo”. Bueno.
Que ni la jefa de Gobierno de la capital, Clara Brugada, ni su gabinete de seguridad tendrán vacaciones de Semana Santa, pues dijo que se quedará en Ciudad de México para estar atenta a las actividades turísticas y religiosas de la capital, no se diga por la tradicional y multitudinaria representación de la Pasión de Cristo en Iztapalapa, demarcación que ella encabezó como delegada, compartiendo créditos con el famoso Rafael Acosta Ángeles, Juanito, y después como alcaldesa.
Que aunque la intención de las ex autoridades del INAI, encabezadas por Adrián Alcalá, era agilizar el trámite y terminar de pagar sus liquidaciones este viernes a todos los trabajadores salientes, el proceso fue lento y tortuoso porque el convenio de cada uno tuvo que ser revisado minuciosamente por áreas internas, del Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje, y de la Secretaría Anticorrupción que encabeza Raquel Buenrostro.