Que cuando se creía que lo difícil iba a ser el consenso en el INE para una reforma electoral, la incertidumbre se puso peor, porque ni pudo comenzar la discusión luego de que las áreas técnicas no lograran siquiera copiar y pegar las propuestas de todos los consejeros, lo que da a pensar si ya de plano la idea es apegarse a la estructura que la comisión presidencial quiere, pues casualmente los planteamientos bateados son los que Pablo Gómez no quiere. Coincidencias, les dicen.
Que por cierto, hablando de reformas, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación prevé aprobar hoy un proyecto del magistrado presidente, Gilberto de Guzmán Bátiz, que plantea rechazar al PRI y liberar a la gobernadora de Baja California, María del Pilar Ávila, de someterse a la revocación de mandato, pues los plazos que impone la Constitución de tres meses después de que concluya el tercer año simplemente ya vencieron.
Que la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, presidida por la panista Kenia López, celebrará este miércoles su primera sesión del actual receso, tras finalizar el periodo ordinario de septiembre-diciembre, aunque diputados y senadores de todas las fuerzas políticas perfilan obsequiarse un megapuente de veinte días con motivo de Navidad, Año Nuevo y Día de Reyes, para volver hasta el 7 de enero de 2026, en vísperas de la presentación de la iniciativa de reforma electoral de la presidenta Claudia Sheinbaum. A ver si no llegan crudos.
Que desde hace 15 días los ciudadanos que viven alrededor de los reclusorios de la Ciudad de México han estado padeciendo porque no tienen señal telefónica y creen que se debe a que los inhibidores instalados en las cárceles, con el objetivo de evitar las extorsiones desde ahí, son más potentes. Entendiendo el problema, cuesta trabajo comprender por el contrario cómo no se puede, con la tecnología actual, delimitar correctamente, tanto por las autoridades como por las empresas, el alcance de esa solución a un conflicto ingente para la seguridad de todos.