Que en el gobierno del estado ya se decidió echar mano de la vigilancia aérea, pues durante esta temporada se desplegarán dos helicópteros que sobrevolarán puntos estratégicos de la zona metropolitana y otras tantas regiones, con la misión de inhibir la delincuencia y reaccionar con mayor rapidez cuando se registre algún delito de alto impacto. La apuesta es que estas acciones no se queden en el clásico “operativo decembrino”, sino que se conviertan en una estrategia permanente.
Que conforme se acerca la Navidad, también se endurecerán los dispositivos contra la pirotecnia, ante el ya habitual incremento de la venta ilegal de estos productos altamente peligrosos. La premisa parece simple pero es contundente: cero tolerancia a la comercialización, porque cada año los cuetes y fuegos artificiales terminan convirtiendo la fiesta en tragedia, con accidentes graves dentro de los hogares, principalmente entre menores de edad, que resultan con quemaduras y amputaciones, dejando familias marcadas por una imprudencia prevenible.
Que como quien no quiere la cosa, pero sí con libreta en mano, en el paradero San Francisco de la Línea 3 del RUTA ya apareció una máquina dispensadora de bebidas frías y calientes con el sello Puebla Cinco de Mayo, marca del gobierno estatal. Dicen que se trata de una prueba piloto, de esas que primero miden el pulso del mercado antes de abrir la llave grande. El experimento servirá para observar si los usuarios del transporte le entran al café o al chocolate con identidad local mientras esperan su camión. Si el consumo responde, no descarte que el modelo se replique en paraderos muy específicos, con la idea de apuntalar la venta por unidad de productos 100 por ciento poblanos.
Que en el Centro Histórico, durante los últimos meses, la autoridad municipal ya tuvo que suspender 37 obras en inmuebles del primer cuadro de la ciudad al no contar con los permisos necesarios. Y es que cualquier intervención en casas y casonas debe apegarse a lineamientos específicos, por lo que sin autorización no hay trabajo que camine, por muy urgente o costosa que sea la remodelación.