“No se embarazan, las embarazan”

  • En sintonía
  • Eduardo Arias

tampico /

La reciente oportunidad de poder platicar con el secretario de Salud a nivel federal, el doctor José Narro, me permitió conocer de primera mano cifras que son alarmantes desde varias perspectivas médicas; sin embargo, y en el menor ánimo de desprecio para otras igualmente graves, la que me parece más delicada es aquella en la también va de por medio una problemática social: la de las jovencitas, casi niñas que se convierten en mamá cuando apenas sus organismos están cambiando, no así su conciencia todavía infantil.

En un evento local se daba cuenta días antes de un caso perfectamente documentado, que sin ser emblemático, sí constituye una alerta para quienes en sociedad no son o somos capaces de advertir una descomposición en progreso que impulsa la debilidad de las familias que se fracturan, y cuyos integrantes siguen un patrón que se repite en la medida del desinterés de los gobiernos.

Resulta ser que una madre en Tamaulipas, de apenas 22 años de edad, tiene cinco hijos ya de distintos padres, lo que no augura nada bueno para esas vidas que crecerán en conflicto.

Un dato revelador refiere que en México 7 de cada 10 casos de mujeres menores a 18 años, las embarazan al interior del seno familiar; se trata de lastimosos casos de violación que no solo no se investigan sino que quienes los cometen quedan en la absoluta impunidad dejando en “orfandad” a quienes procrean hasta donde la ley se los permite.

Probablemente los casos podrían disminuir gracias a la reforma de la Norma Oficial Mexicana 046 relativa a los Criterios para la Atención de la Violencia Sexual que dicta que todo aquel embarazo en adolescentes debe tener una interconsulta con el módulo especializado en la violencia familiar sexual y de género, cuyas atribuciones están ligadas, entre otras cosas, a la interrupción del embarazo cuando tengan su origen en una violación.

Este mecanismo, aunque forma parte de una alternativa de solución, no es la atención integral del problema que tiene su origen más grave en el seno de la familia, de modo que la prevención es el camino que deberá retomarse sin despreciar lo que la ley permitirá a partir de entonces, una especie de aborto legalizado en aquellos casos que se confiesen abusos sin que así haya ocurrido. Preocupante.

Sus comentarios los recibo con gusto en mi dirección electrónica eduardo.arias@milenio.com y en Twitter @EduardoAriasTV

Hasta la próxima.

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