Covid-19. Ómicron y el regreso al semáforo amarillo

  • ADN mexiquense
  • Eduardo Garduño Campa

Ciudad de México /

En noviembre, justo cuando se anunció que el Estado de México cambiaba el color del semáforo epidemiológico de amarillo a verde, en este espacio preguntamos: ¿Por cuánto tiempo lo mantendremos? La respuesta está a la vista, no duraron dos meses y ya empieza el retroceso y a partir de mañana volvemos al color amarillo y a restringir actividades no esenciales, no suspensión, pero si condicionadas.

Era predecible que esto sucedería, difícilmente vamos a entender que el cambio de un color a otro no significa solución, sino control. Y muchos lo tomaron como problema superado, vino la relajación, Ómicron entró en acción y aquí están las consecuencias.

Superamos todos los días los récords de contagios del virus Sars Cov 2, empieza la saturación de hospitales en áreas generales y de intubación. Y a pesar de estas evidencias de los estragos de contagios, muchos insisten en no vacunarse y no creer en la letalidad del Covid.

Si bien es cierto que los contagios son muy elevados, también lo es que el número de defunciones no es tan alto. Ahora, de acuerdo con las estadísticas, hay una defunción por cada 500 casos y en enero del 2020 se registraban 10 defunciones por cada 100 contagios.

Es muy bueno que los contagios ahora sean superados y eso baje la mortalidad, pero eso no debe ser justificación para seguir relajándonos y que siga al alza el número de personas infectadas.

Lo que se presumía como un logro por el regreso a las actividades presenciales en las escuelas de los niveles básico y media superior, se vino abajo luego de que las escuelas particulares regresaron a las actividades virtuales y en las instituciones públicas el cincuenta por ciento ha retomado las actividades virtuales.

El anuncio del gobernador Alfredo del Mazo Maza, de haber salido positivo al covid y también el regreso al color amarillo en el semáforo epidemiológico, encendieron las alertas y muchos pensaron que vendría la suspensiones de actividades, no es así, solo habrá restricciones en cuanto horarios y afluencias a los espacios públicos y unidades económicas.

Hay quien es optimista y asegura que en dos semanas se volverá al color verde, otros, los pesimistas, apuntan a que se regrese al naranja y los conservadores creen que se mantenga en amarillo por dos semanas más.

No se trata de hacer apuestas. Tampoco de hacer predicciones, lo importante es asumir la responsabilidad que como sociedad nos corresponde, de cumplir con los protocolos preventivos y de evitar las restricciones y el encierro, por el bien de la economía y por el bien de la estabilidad emocional de las personas.

Hay que dejar de culpar a la institución gubernamental. Lo que se debe es exigir a los tres niveles de gobierno que cumplan con su responsabilidad de garantizar los espacios y medicamentos para atender los contagios.

Está en la población que se regrese al color verde o que se retroceda al naranja. Está en el gobierno hacer su parte en la atención a la salud.

Ya veremos en dos semanas.

Eduardo Garduño Campa

egardunoc@uaemex.mx


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