El negocio de los baches

  • ADN mexiquense
  • Eduardo Garduño Campa

Estado de México /

No importa cuán grande o pequeña sea una ciudad, un barrio, colonia o una comunidad, el gran transfondo en todo esto es el negocio que se hace con las necesidades de quienes transitan por las calles de esas demarcaciones.

Los baches son sin duda un gran lastre que padecen los habitantes del Valle de Toluca y prácticamente todas las zonas urbanas del Estado de México, pero también lo sufren las personas que vienen de otros lugares a estos sitios.

Desde hace más de 30 años se ha planteado en diversos foros de la industria de la construcción, que se que la solución al problema de los baches tiene nombre y apellido, y que no es una tarea difícil, por el contrario, se puede resolver sin problema alguno.

Cada día hay nuevos avances tecnológicos, innovaciones que bien pueden ser utilizadas para mejorar las condiciones de una ciudad, pero arreglar las calles es como despedirse del gran negocio de la corrupción, por lo que deja la pavimentación.

Especialistas en la construcción, urbanistas ingenieros civiles y otros profesionales han coincidido que la solución a los baches es cuestión de voluntad y de decisión: más vale una cuantiosa inversión única que garantice las condiciones óptimas de carreteras, calles y avenidas, que invertir cada seis meses para ello.

Pero no lo hacen porque la rehabilitación de calles es sin duda el mejor camino para obtener dinero a costa del erario, es mejor hacer como que arreglan y cobrar como si se arreglaran.

No hay voluntad de las autoridades por resolver el problema de las condiciones de las calles, se arregla una calle y a los seis meses ya está nuevamente llena de baches y de hoyos y en pésimas condiciones, por lo tanto requiere de una nueva rehabilitación y ahí está el negocio.

Es lamentable que las autoridades municipales y estatales, lucren descaradamente con esta necesidad social, pues como dicen los especialistas basta una inversión cuantiosa por muchos años que inversiones reiteradas y reiteradas por muchos años y que no resuelven el problema.

Un gran negocio sin duda para los presidentes municipales son los baches, no hay compromisos ni voluntad por mejorar la imagen y el paisaje urbano.

Esa es la realidad, falta de voluntad política y sobre todo falta de vocación de servir y no de servirse, el problema de los baches no es un asunto grave, es un asunto que tiene solución si se aplica correctamente el recurso, con inversión y tecnología adecuada. De lo contrario seguiremos viviendo cada seis meses estas inclemencias viales.

Veremos qué tanta voluntad de servir hay al respecto, en la parte que le corresponda, de quien asumirá la responsabilidad política y de gobierno del Estado de México a partir del primer minuto del 16 de septiembre: la gobernadora Delfina Gómez.

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