La impunidad del pulpo camionero

  • ADN mexiquense
  • Eduardo Garduño Campa

Edomex /

Ella es Lucía, un nombre como el de muchas más o el de muchos más. Igual puede ser Pedro, Luis, Ángel o bien María, Rocío, Juliana, Graciela.

El punto es que todos o todas tienen algo en común, por desgracia: han sido víctimas de los cafres del volante, sí de esos que son, o se sienten dueños de las calles avenidas vías y que sin ningún pudor, sin ninguna prevención manejan cual irresponsables conductores.

Me refiero a los que todos los días transportan a cientos de miles de mexiquenses de un sitio a otro en el transporte público concesionado.

Así es Lucía, María, Juliana, y todos los que han sido víctimas de estos cafres del volante; que han muerto o que hoy están parapléjicos o sufriendo otras consecuencias de actos criminales de los conductores que provocan tragedias, todo por ganar el pasaje a su rival. Eso es grave.

El pasado fin de semana, Luisa fue víctima de un cafre del volante, de esos que son sin duda alguna los responsables de 80% de la accidentes que se provocan en la ciudades. Sí, de los chóferes del transporte público de pasajeros.

Luisa esperaba en la esquina de Juárez y Gómez Farías el autobús que la llevara a su centro de labor, pero antes de que eso sucediera, un cafre la arrolló y le segó la vida, dejando a sus dos hijos, Arturo y Karla, sin mamá.

El chofer de ese autobús de pasajeros, cual cobarde y miserable, se dio a la fuga y es fecha que no lo encuentran y la línea de pasajeros de transporte público sigue operando con toda normalidad. Qué pena ¿no?

Las autoridades han exigido que la línea se haga cargo de los gastos funerarios y la manutención de los hijos de la víctima, pero no han garantizado que el responsable y culpable que dejó sin vida a la víctima sea llevado a rendir cuentas y pague por su delito.

Así es la impunidad que impera en el Estado de México. Todos aquellos que de una u otra forma trabajan en el servicio público de pasajeros, son responsables de transportar a personas, no animales, no cosas. Son personas. Pero tal parece que la consigna es llegar al destino, tratando a los pasajeros como si fueran objetos... Y ahí están las consecuencias.

No entienden cómo debe de ser el transporte público de pasajeros, los choferes hacen lo que sea por cumplir al 100 con el concesionario, y no con los usuarios. Ojo. Prefieren llegar al tiempo que le marca el concesionario sin respetar al usuario.

Éste es un tema que podemos notar todos los días a cualquier hora, muy lamentable es que en el Estado de México, 80% de los accidentes viales que se registran todos los días son protagonizados por operadores de los autobuses, combis, microbuses taxis, y más del transporte público de pasajeros. Porque no les importa atender con responsabilidad y respeto a la gente.

Indignante lo que está ocurriendo en las ciudades de nuestro estado, Toluca, Tlalnepantla, Naucalpan, Atizapán, Nezahualcóyotl, Los Reyes y muchos municipios más donde la gente se transporta en el servicio público, y que estos en lugar de dar un servicio de calidad atenten contra la vida de las personas todos los días.

La impunidad es el pan de cada día de sus personal, y no les importa porque las autoridades del Transporte poco han hecho por atender esta demanda.

Si no hay por parte de las autoridades una exigencia, no la habrá tampoco y mucho menos por parte de los concesionarios que se siguen burlando y riendo de la tragedia.

Es una pena. No, no es una pena... es deleznable e indignante.


Más opiniones
MÁS DEL AUTOR

LAS MÁS VISTAS

¿Ya tienes cuenta? Inicia sesión aquí.

Crea tu cuenta ¡GRATIS! para seguir leyendo

No te cuesta nada, únete al periodismo con carácter.

Hola, todavía no has validado tu correo electrónico

Para continuar leyendo da click en continuar.