A las renuncias al Partido Revolucionario Institucional de actores políticos mexiquenses que de acuerdo con sus cargos y responsabilidades son de peso completo, medio peso y peso ligero les han dado diferentes lecturas, las que van desde el poder que tiene Alito como dirigente nacional de ese partido y que por ende se siente el dueño del mismo, hasta las de salirse antes de que el barco desaparezca y tengan cómo justificar su retiro del otrora partido hegemónico.
Pero otros han opinado que lo han hecho porque saben que ya no hay mucho futuro en ese partido y que lo poco que les toque en el 2024, lo ostentará Alito y sus huestes, así que mejor se van y seguro buscarán acomodo en algún otro partido.
Otros más ingenuos creen que los priistas que están renunciando en breve darán una sorpresa y buscarán la conformación de un nuevo instituto político.
Pero a los más críticos y reflexivos por la renuncia de priistas de todos los niveles, les parece más bien que lo hicieron porque no quieren esforzarse, ni perder lo que ahora han ganado, en lo económico, gracias a lo que obtuvieron mientras formaron parte del PRI.
Les faltó, a los mexiquenses que siguieron el ejemplo del ex gobernador Eruviel Ávila y de diputados y alcaldes, ex legisladores y ex presidentes municipales, esa voluntad para hacer un frente contestatario que le hiciera sombra a Alito y obligarlo a renunciar.
No. Prefieren salirse y dejar al tal Alito con todo el pastel, ya pequeño, pero al final pastel para que lo reparta sólo a sus huestes.
Si se hace una lista de todos los priistas que renunciaron, desde el ex gobernador, los legisladores federales, alcaldes y ex alcaldes y ex diputados, no lo hicieron por una convicción política, sino porque quedaron fuera del reparto y mejor conservar lo que tienen en cuanto a patrimonio, político, p o l í t i c o, insisto.
No descarte que el ex gobernador Eruviel en el 2024 sea candidato a diputado federal por una fuerza política que lo cobije, aprovechando que tiene capital político que puede ayudar a la sobrevivencia del PRD.
Mauricio Osorio y el Gallo Olvera, ambos ex alcaldes de Valle de Bravo, aseguran tener el control de la clase política priista de ese municipio, para en el 2024 ofertarlo al mejor postor y ganar la presidencia municipal a MORENA que hoy la ostenta.
Esos que se fueron del PRI, afirman tener más capital político en sus distritos, municipios y regiones que el Alito en todo el país, y por eso lo ofertarán a cambio de posiciones en el municipio y en el Estado, no al PRI sino a otros como MC, PRD y PAN.
Todo está calculado, se salieron, para no quedarse afuera de los repartos del 2024, pues Alito los congeló a ellos y a otros tantos en el resto del país.
Y por eso prefieren estar fuera y a partir de ahí, ofertar su patrimonio para que sigan manejando sus hilos a conveniencia.
Ahora la pregunta ¿de verdad tienen patrimonio político? ¿O es lo que venderán para que los tomen en cuenta, obvio, fuera del PRI?