El informe sobre el estado que guarda la administración pública, en los tres niveles de gobierno es una responsabilidad que tienen todos los que asumen el cargo por la vía de la elección. No pueden librarse de hacerlo, la constitución es clara y los obliga a informar a los gobernados qué se ha hecho y a dónde se ha destinado el dinero público.
El viernes pasado le tocó al presidente Andrés Manuel López Obrador rendir su informe y presentarlo ante el Congreso de la Unión. El evento público se realizó Campeche, pero el protocolario fue en la sede de la Cámara de Diputados y lo entregó la secretaria de gobernación María Luisa Alcalde.
En los próximos días, el gobernador Alfredo Del Mazo hará lo propio. Será el secretario general de Gobierno, Luis Felipe Puente, quien lo entregue ante el pleno de la Legislatura mexiquense. Y ya en el palacio de gobierno el mandatario tendrá su acto formal con invitados especiales.
Lo mismo que hizo López Obrador, lo hará Del Mazo y lo han hecho la mayoría de los gobernadores, ya no asisten a la sede de los Congresos, envían el informe y en actos aparte realizan sus eventos.
En ninguno de los casos, me refiero a los titulares de los tres órdenes de gobierno, hacen ejercicios de autocrítica cuando de rendir cuentas se trata, todos hacen un balance de lo que hicieron y hablan de números alegres.
Por ello, no esperemos que en el evento formal en el que presentará su informe el mandatario Del Mazo haya un ejercicio de autocrítica sobre todo en temas sensibles para la población. A 6 años de esas promesas y a menos de 12 días de dejar el cargo, hay deudas que no pudo pagarle a los mexiquenses.
Una factura que no será saldada a los mexiquenses es en materia de salud, muchas clínicas siguen sin funcionar y otras sin terminarse siquiera de construir.
La situación del ISSEMyM, un problema heredado desde Montiel, pasando por Peña Nieto y Eruviel Ávila, papa caliente que aseguró resolvería y no lo hizo. Problema que le hereda a Delfina Gómez.
Otro asunto: la infraestructura carretera en el sur del Estado de México, cumplió parcialmente pero no a lo que se comprometió.
Son algunos de más pendientes del mandatario mexiquense, que por cierto con la conclusión de su administración cierra un ciclo de partido hegemónico,
Es el mandatario que da paso a la alternancia, pues entregará el mando a una gobernadora emergida de un partido distinto al PRI que gobernó durante 93 años ininterrumpidos hasta ahora.
En fin ¿Del Mazo quedó a deber? La respuesta la tiene la población del Estado de México.