El discurso pronunciado por Steve Jobs en la Universidad de Stanford en Estados Unidos, sobre las tres historias que marcaron su vida, no solo ha sido considerado uno de los mejores de la era moderna sino que ha sido objeto de análisis y de discusión en aulas universitarias por el mensaje que dio a los estudiantes de esa institución educativa del país vecino.
Jobs afirmó que el hombre debe perseguir sus sueños y vivir cada día como si fuera el último de su vida sin dejarse doblegar y defender plenamente lo que piensa y lo que cree, porque de lo contrario siempre estará atado a cadenas que le impidan su libertad plena.
En días pasados en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, se conmemoró un aniversario más de la libertad de expresión en el monumento erigido exprofeso y del que fueron impulsoras reporteras mexiquenses, comprometidas con la verdad y en contra de la censura y la autocensura en el ejercicio periodístico.
Adriana Reyes Lara habló a nombre del grupo de reporteras que en 1992 impulsaron la propuesta para que en la capital mexiquense se contara con un monumento a la libertad de expresión, que simbolizara la conquista de espacios que ha sido posible gracias a la lucha ardua y férrea de muchos hombres y muchas mujeres que incluso algunos con su vida han logrado mayor libertad en este país.
Reyes Lara destacó en su intervención que es lamentable que mientras miles de mexicanos nos convencemos de que a mayor libertad, mayor democracia, de repente se pretendan imponer yugos a esos espacios ganados por la lucha de miles de personas, con la aprobación de leyes como la llamada Ley Atenco, que no solo atenta contra la libertad sino que representan un retroceso a los espacios conquistados incluso a costa de la vida de muchos mexicanos.
El escenario donde la periodista Adriana Reyes Lara fijó su postura en defensa de la libertad de expresión, fue la Universidad Autónoma del Estado de México, donde quizá en otros tiempos hubiese sido no solo censurada, sino criticada por esas expresiones, a pesar de que se decía universal.
Hoy en la UAEMex esos visos de universalidad donde hay cabida para todos los pensamientos, ideas y expresiones, son aceptados al grado de que ha sido sede de foros donde se discuten temas torales que han afectado intereses de ciertos sectores conservadores de la sociedad mexiquense como la propuesta para la existencia de la Ley de matrimonios Igualitarios.
Hoy en la Universidad Autónoma del Estado de México, en pleno ejercicio de lalibertad de expresión consagrado en la constitución y como derecho natural de la vida humana, se lamenta que la Ley de Matrimonios Igualitarios esté en la congeladora.
La Universidad ha dejado en claro que estará en contra de que los mexicanos se conviertan en rehenes de sentimientos anacrónicos que van en contra de la naturaleza y la libertad de las personas.
En otros tiempos difícilmente se podría escuchar una postura así por parte de la UAEM, por el contrario o hacía mutis o bien se sumaría a las voces de los sectores conservadores que se niegan a aceptar la evolución de la sociedad y el respeto a las decisiones de las personas en sus gustos y formas de pensar.
Ojalá pronto se conviertan en especies en extinción esos grupos conservadores que se aferran a mantener modelos que ya no funcionan en una sociedad global como en la que hoy se vive.