Al cierre de registros para aspirantes a las presidencias municipales de Hidalgo, parece que la euforia tomó por sorpresa a muchos que ya se veían como candidatos o candidatas, y además con el triunfo en el bolsillo.
La redención del cargo público tendrá que esperar para nuevos tiempos, ya que todos se pelearon, incluso anoche, por aparecer en planillas municipales para la renovación de ayuntamientos.
¿Sabrán que para cuando entren las nuevas administraciones municipales habrá renovación de mandato?.
Además, el proceso para quienes estén al frente de los gobiernos locales a partir de septiembre próximo estará supervisado de cerca por organismos como las auditorías y observatorios ciudadanos.
La efervescencia electoral parece nublar a varios partidos y sus políticos, y en la víspera no toman en cuenta que recibirán administraciones destruidas o con serios problemas económicos y legales.
Basta ver los ejemplos de Pachuca, sus ex presidentes municipales, de otras demarcaciones con muchas dificultades financieras y con procesos penales abiertos para sus ex mandatarios.
Por eso quienes aspiren deben tomar en cuenta que llegarán a la chamba de sus vidas y no por lo que puedan sacar para el beneficio propio, sino para poder sanear al gobierno que representa de primera mano a los ciudadanos, en este caso a los de Hidalgo.
De acuerdo con la Auditoría Superior del estado, hasta finales de 2023 se enlistaron una serie de irregularidades con ciudades como Tizayuca, Tula de Allende, e incluso Pachuca.
Por eso es importantes valorar que quienes desean participar como contendientes a las elecciones municipales, serán los que tomen las decisiones respecto al futuro económico y los programas a desarrollar en cada una de las demarcaciones.
Veremos en 2025 cómo funcionará la consulta popular, la revocación y todas las herramientas que se dijeron servirían para poner orden en los gobiernos y hacer cumplir el mandato.