Los hechos ocurridos en el municipio de Tulancingo en donde un hombre disparó en contra de una familia, causando la muerte de una niña de 7 años e hiriendo a uno de los padres, conmocionaron a la sociedad y provocaron una protesta masiva que paralizó una de las principales vialidades de dicha zona.
Al sitio acudió el procurador Francisco Fernández Hasbun, quien dio la cara ante decenas de manifestantes que exigían justicia en un ambiente que se tornó hostil en todo momento.
Los funcionarios de la Procuraduría de Justicia del estado, tuvieron una actuación conforme a derecho, presentándose en todo momento para explicar el proceso a los familiares directos, pero también a la gente que se dio cita ya que el reclamo se volvió general.
En el sitio, Fernández Hasbun tuvo el atino de mencionar que los ciudadanos tienen el derecho a reclamar, que es algo natural tras los hechos de violencia ocurridos, y garantizó que se hará justicia pronta y expedita, con la pena máxima para la persona que se detuvo por su probable responsabilidad.
Pocos procuradores han tomado la iniciativa para salir y acudir de forma directa al lugar de los hechos, producto o no de la manifestación, pero al final, estando con las víctimas para brindar un acompañamiento.
El encargado de la fiscalía hidalguense y su equipo de trabajo, mostraron un lado que pocas veces se había revelado, el de estar presentes y dar cuenta de que se van a hacer las cosas, es decir, atestiguar que se detuviera al presunto responsable, que se trasladara conforme los lineamientos y que no se incurriera en ninguna falta que a la postre pudiera resultar en su liberación.
El derecho a reclamar es del pueblo, pero la obligación de hacer valer la ley es de la autoridad y en este caso se cumplieron con ambos preceptos, lo que queda de lado por el lamentable hecho en el que perdió la vida una menor, por lo que se espera que haya una justicia que pueda reparar el daño de alguna forma y sea un ejemplo para la sociedad de que las instituciones están trabajando.