Los resultados de aliarse a la cuarta transformación de Morena y Andrés Manuel López Obrador ya entregaron sus primeros dividendos a la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, a sus autoridades y directivos, así como a su jefe político y presidente del Patronato, Gerardo Sosa Castelán.
El incremento solicitado por el rector Adolfo Pontigo Loyola a los diputados locales de Morena, en su mayoría provenientes del propio Grupo Universidad, resultó en un alza de casi el 30 por ciento.
Para 2019 la UAEH dispondrá de mil 758 millones 399 mil 395 pesos. Si revisamos cómo tradicionalmente reparten sus recursos, el 36% va a la docencia (pago de salarios) con casi 900 millones de pesos, el resto para investigación y posgrado, apoyo académico, apoyo institucional, operación y mantenimiento.
Entrados en cambios al interior y estrenando la chequera, el jefe político de la Universidad, Gerardo Sosa Castelán, ordenó como primer enmienda terminar la relación laboral con la empresa Serviseg que brindaba seguridad privada a las instalaciones universitarias para absorber a 150 empleados de vigilancia y custodia en lugar de invertirlos en pago de docentes o en alza salarial a los mismos, una sentida demanda de años.
Condescendiente con los suyos, Sosa decidió también nombrar como jefes de seguridad a dos viejos conocidos. En el ICEA a Sabas Salinas González y en Ciudad del Conocimiento de la UAEH al ex titular de Protección Civil estatal, Miguel García Conde. Evidentemente ganarán más que un buen docente universitario.
No se sabe cómo terminará la relación contractual de muchos de los ahora ex empleados de seguridad que fueron recortados tras terminar el convenio con Serviseg, pero dicen que puede salir una nueva empresa hermana de la Universidad al quite para estrenar el presupuesto otorgado por los otros hermanos, los que están en las curules del Poder Legislativo del estado.
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