Sin control en la basura

Ciudad de México /

Hoy en día uno de los principales problemas de las administraciones municipales es la recolección y disposición de los residuos sólidos urbanos. En Hidalgo pasan los años y los gobiernos y no se llega a ninguna respuesta o solución para el tema del reciclaje, la compactación, la revalorización. Vaya, no hemos entrado a la dinámica mundial ambiental donde incluso se emplea tecnología de punta mediante la contratación de asociaciones público-privadas. Uno de los focos rojos es Pachuca, Mineral de la Reforma junto con las demarcaciones de la zona metropolitana de la capital hidalguense. Los presidentes municipales, Yolanda Tellería Beltrán y Raúl Camacho Baños, son cabezas de sector político en la región y actualmente no se observa una sinergia en donde convoquen a sus pares para poder llegar a un acuerdo para conformar mesas de trabajo y poner sobre el despacho del gobernador las propuestas que se requieren: un relleno metropolitano, una o varias empresas que se hagan cargo y dejar de tirar los desechos en donde usualmente se hace. En Pachuca, se mantiene la postura de hacer una nueva celda en el tiradero del Huixmí y poner una planta de separación de basura. Aunque a futuro se planrea una planta de tratamiento de generación de composta, el tema es que a partir de 2019 y para 2020 no podrán los municipios mantener tiraderos a cielo abierto ni pagar a ejidatarios por predios para esconder la basura. De acuerdo con cifras oficiales, Pachuca y Mineral de la Reforma generan más de media tonelada de basura al día, lo que representa el 25% del total de los residuos en la entidad. Junto a los municipios de la zona metropolitana conforman un bloque de 12 demarcaciones que requieren un espacio destinado y acondicionado para poder tratar, separar, reciclar y revalorizar la basura. El tema es urgente y requiere de la atención de todos los actores políticos y de los tres niveles del gobierno. ¿Con el cambio de poderes a nivel federal tendremos que esperar uno, dos o tres años?, la degradación del suelo y la contaminación no pueden esperar más.

twitter: @laloflu

  • Eduardo González
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