Ya rebasamos la época del viejo PRI-gobierno, aquella que registró y describió bien Miguel Ángel Granados Chapa. Ahora nos acercamos a los tiempos del “segundo piso” del Movimiento de Regeneración Nacional. Estructuralmente lo obtendrá casi todo. Prácticamente podrá hacer lo que quiera.
En lugar de fortalecer instituciones, estamos presenciando el exceso que, contrario a la retórica oficial, debilita al poder ciudadano. Nos dará, para ser votado, lo mismo que nos ha ofrecido en boletas anteriores.
De la intromisión del crimen organizado, ni hablar. Buscará impulsar candidaturas.
Morena-Estado ya tiene sus gubernaturas, “sus fiscalías” autónomas, sus militares en labores extendidas (de seguridad, investigación y empresariales), sus congresistas (legislaturas en bloque, alineadas y con mayoría calificada, para lo que gusten y manden). Además, tiene a quienes no tocaron en la reforma recién aprobada: a jueces locales.
Con el arranque de la tómbola también avanza para conseguir ministros, jueces y magistrados federales a imagen y semejanza. Lo único que le falta es absorber organismos autónomos para aglutinar en su seno al Estado mexicano mismo. Lo hará en próximas fechas, ya lo anunció Ricardo Monreal.
Para lograr este retroceso democrático, al grupo obradorista no le alcanzó el voto en las urnas y tuvieron que echar mano de personajes como los Yunes, entre otras estrategias.
La maquinaria está lista. El mecanismo, aceitado. La pregunta es: ¿Qué sigue?¿Qué hará la presidenta Claudia Sheinbaum? ¿Cómo sorteará las cuñas que le dejó Andrés Manuel en el partido, el Senado, la Cámara de Diputados y puestos clave?
¿Qué visión imperará en el vasto mundo de la autodenominada 4T?¿Prevalecerán los técnicos demócratas pro derechos o los rudos autoritarios, militaristas, punitivistas?
Aquí entre nos
Mientras en México la narcoviolencia impune invade regiones enteras, esta semana una corte de Nueva York, EU, condenará al ex secretario de Seguridad Pública Genaro García Luna y llevará a cabo la primera audiencia del jefe de jefes del cártel de Sinaloa, Ismael El Mayo Zambada.
El juez Brian Cogan conoce, de primera mano, lo que ha sucedido y sigue sucediendo en nuestro país. Sabe del nivel de colusión de autoridades. Políticos de ayer y hoy están atentos.