La imagen, como la verdad enterrada, es demoledora. Ayer atestiguamos otra estampa de fin de sexenio.
En la mañanera, López Obrador, vía la titular de Segob, presentó datos de personas localizadas con su propia metodología. En la calle, Cecilia Flores le pidió que busque a sus seres queridos saliendo a la realidad, removiendo el lodo como ella y tantas más se han visto obligadas a hacer.
La mujer se paró con un megáfono en una mano y una pala en la otra. Sostuvo y mostró ese pedazo de madera y metal usado que le sirve de esperanza y yugo, a la vez. Con el que recorre el territorio. Con el que abre el suelo. Con el que descubre fosas. Con el que desea hallar un resto humano que le brinde paz.
Frente a las vallas de tubo amarillo que ponen las “fuerzas del orden”, se escuchó la voz de Ceci: “Me encuentro aquí hoy, en Palacio Nacional, con la intención de entregarle esta pala al Presidente. Así como le entregó el bastón de mando a Sheinbaum para que hiciera su trabajo, yo le quiero entregar a él esta pala con la que he escarbado la tierra por diferentes partes del país para que también él haga su trabajo.
“Esta pala no debería estar en mis manos nunca; la tuve que agarrar por necesidad, para encontrar a mis hijos. Pero tenemos tres años de persecución mi familia y yo, sufriendo muchísimas cosas porque estamos haciendo el trabajo que le correspondería al gobierno. Le vengo a entregar al Presidente la pala para que él sea el que se encargue de hacer la búsqueda, investigación y localización de mis desaparecidos”.
Fue clara. Se la quiere dar sin intermediarios para que AMLO asuma su responsabilidad y cumpla su promesa.
“Estoy cansada de estar siendo perseguida, amedrentada, atemorizada… que no tengamos que ser nosotras las que arriesguemos la vida constantemente. Madres amenazadas como yo, desaparecidas como Lorenza Cano. Les he dado todas las herramientas para que lo hagan. No lo hacen porque no lo quieren hacer. Que saquen de esos pozos de Sonora… llenos de cuerpos. Necesitamos que escuchen las peticiones, las plegarias, las súplicas de las madres que buscamos a nuestros hijos”.
Una reportera le comentó al mandatario que Ceci Flores estaba afuera y traía una “pala de mando”.
“Que me la deje aquí”, respondió Andrés Manuel.
Aquí entre nos
Nada que agregar.