A casi tres años de arrancar su gobierno, Donald Trump se convirtió ayer en el tercer presidente en la historia de Estados Unidos en enfrentar un juicio político. Lo acompañan en esa lista los ex presidentes Andrew Johnson y Bill Clinton. Richard Nixon renunció días antes de que el Congreso aprobara los artículos de impeachment en su contra.
Trump es acusado de abuso de poder y de obstruir el trabajo del Congreso para investigarlo. Se espera que, como ocurrió con Johnson y Clinton, Trump evite su destitución gracias a la mayoría republicana en el Senado y al control absoluto que el presidente mantiene sobre ese partido.
Anoche mientras escuchaba los argumentos de uno y otro lado del pasillo político, a favor y contra la destitución del mandatario, dos hechos llamaron mi atención.
Primero, el contraste entre el grupo de congresistas republicanos que habló desde la tribuna y los demócratas elegidos para representar a la oposición. El colectivo republicano estaba representado solo por hombres blancos que, como zombis, repetían los mismos argumentos. Enojados, trazaron paralelos entre la investigación a Trump y la crucifixión de Jesús —no es broma— y defendieron a su presidente negando en todo momento que el comportamiento de Trump haya sido, cuando menos, inapropiado.
Del otro lado, los demócratas presentaron un grupo diverso. Hombres y mujeres de distintas razas, generaciones, puntos de vista y religiones. Un mosaico que representa mejor el rostro y la realidad demográfica del país. El pasado contra lo que parece el inevitable futuro de Estados Unidos, una tensión que explica en parte el momento político por el que atraviesa el país.
El otro aspecto que me parece destacable es el liderazgo de Nancy Pelosi, quien logró reunir más de los 216 votos necesarios para aprobar los cargos imputados a Trump con una disciplina admirable, sobre todo si consideramos que la líder demócrata en la Cámara baja enfrentó la oposición de un sector importante del partido antes de asumir el cargo.
Resulta casi poético que sea una mujer y una representante por California quien haya logrado el impeachment de Trump.
@Enrique_Acevedo