Cada semana en Nuevo León enfrentamos una serie de desafíos que parecen nunca cesar. Desde problemas de salud pública hasta crisis de gobernabilidad, la situación actual revela una compleja trama de dificultades que afectan la vida diaria de nosotros como ciudadanos. En 2024, el estado parece vivir en una encrucijada, lidiando con problemas persistentes que revelan una preocupante falta de coordinación y eficacia en la administración pública.
Uno de los problemas de salud más recientes y alarmantes en Nuevo León es el brote de enfermedades transmitidas por garrapatas. Durante este 2024 se ha registrado un aumento significativo en los casos de fiebre maculosa, una enfermedad potencialmente letal causada por la bacteria rickettsia rickettsii, que es transmitida a través de las garrapatas. Según el último reporte de la Secretaría de Salud estatal, los casos confirmados han aumentado en 35% respecto al año pasado, lo que ha puesto en alerta a las autoridades sanitarias y ha generado una gran preocupación entre la población, ¿y cómo no? Si de cada garrapata pueden eclosionar cinco mil huevecillos.
Este incremento en las enfermedades transmitidas por garrapatas refleja una deficiencia en los programas de prevención y control de vectores. Aunque las autoridades han lanzado campañas de concientización, éstas han sido insuficientes y mal coordinadas.
El uso de insecticidas y el control de la fauna silvestre, que son medidas fundamentales para reducir la población de garrapatas, no se han implementado de manera efectiva. La falta de recursos y de un plan estratégico integral parece ser el principal obstáculo en la lucha contra estos brotes.
Por otro lado, la crisis de gobernabilidad en Nuevo León se ha profundizado en los últimos meses, particularmente en lo que respecta a la Fiscalía General del Estado.
El conflicto entre el Poder Ejecutivo y el Congreso ha llegado a un punto crítico, con acusaciones mutuas de corrupción y mala gestión que han paralizado el nombramiento del nuevo abogado del estado.
Ayer, el secretario de Gobierno descalificó la lista de cuatro aspirantes y dijo promovidos por intereses que buscan un “fiscal espurio”. Según Navarro, aceptar esta terna sería contravenir la resolución de la Suprema Corte y podría llevar a que cualquier acto del nuevo fiscal sea considerado nulo, causando así un caos legal y administrativo en el estado.
Este enfrentamiento refleja una crisis de gobernabilidad más amplia en Nuevo León, donde la falta de consenso y la polarización entre las instituciones han exacerbado la inestabilidad.
Adicionalmente, Nuevo León enfrenta complicaciones sanitarias que se entrelazan con la crisis de gobernabilidad. El sistema de salud del estado está bajo una presión constante debido a la creciente demanda de servicios médicos, exacerbada por las emergencias sanitarias como el brote de enfermedades transmitidas por garrapatas y las secuelas de la pandemia de covid-19. Las instalaciones médicas, aunque algunas son de alta calidad, están saturadas y no siempre equipadas para manejar los casos emergentes de manera eficiente.
Los problemas de contaminación también agravan la situación. Monterrey es una de las ciudades más contaminadas de México, con niveles de contaminación del aire que superan los límites recomendados por la Organización Mundial de la Salud. La mala calidad del aire tiene un impacto directo en la salud de los habitantes, contribuyendo a un aumento en enfermedades respiratorias y cardiovasculares. Aunque se han implementado algunas políticas ambientales, la falta de una estrategia coherente y a largo plazo para abordar la contaminación sigue siendo un grave problema.
La intersección de estos problemas crea un catastrófico panorama para los nuevoleoneses. La falta de un gobierno eficiente y transparente, combinada con deficiencias en el sistema de salud y la continua contaminación ambiental, pone en riesgo el bienestar de la población.
La lucha contra las enfermedades transmitidas por garrapatas, la crisis de gobernabilidad y los problemas de contaminación requieren una atención urgente y efectiva. Parecería que un día sí y otro también estamos al borde de una nueva crisis, cualquiera que sea.