A nadie le ha interesado reducir la pobreza. La necesidad y vulnerabilidad del que menos tiene es casi indispensable para algunos personajes de la clase política; un ejemplo, el incendio en unos tejabanes de Monterrey el domingo 2 de enero puso en alerta a toda la estructura de asistencialismo.
El asentamiento irregular en San Bernabé no era nuevo, no se habitó en un fin de semana, como éste muchos otros han estado presentes en los polígonos de pobreza, cuando el alcalde Luis Donaldo Colosio era diputado local ya estaban ahí, no son nuevos; cuando el gobernador Samuel García fue senador, cuando era diputado local; ellos, los pobres en casas de cartón y madera, ya estaban ahí.
Era sabido por autoridades de los tres órdenes de gobierno que existía y existen ésta y otras tantas comunidades similares.
Durante años ha sido más fácil lucrar con los programas asistenciales que mejorar las condiciones de vida de los menos favorecidos. La pobreza y la ignorancia hacen pensar que los milagros existen, ni bien amanecíamos el lunes cuando nos enteramos que fundaciones se sumaban al apoyo de los desprotegidos. Se pretende construir en un terreno irregular y sin las condiciones necesarias, no es posible construir bajo cables de alta tensión.
Fueron las promesas de cercanía con la gente la que hizo que García y Colosio llegaran a los palacios de cantera y cristal; esperamos mucha coordinación de estas autoridades, más allá de que sean amigos o no, hace décadas que el alcalde de la capital y el gobernador no eran emanados del mismo partido.
El domingo vimos desfilar autoridades sin coordinación, presencia de brigadistas de la Secretaría de Igualdad e Inclusión; Lucía Riojas, secretaria del Ayuntamiento, pero de Samuel y Luis nada, quizá era muy pronto, apenas 2 de enero.
A 3 días del incendio los esfuerzos de ayuda para los afectados los encabezan Martha Herrera desde la estructura estatal y Rosa Isela Montes, regidora de Monterrey.
Gobernar implica tomar una serie de decisiones: económicas, sociales, sanitarias, de seguridad; pero no es un secreto que los habitantes de San Bernabé tienen una amplia gama de necesidades.
Donde hay pobres hay oportunidad, reza el dicho. El caso de los tejabanes no es la excepción, siempre habrá quien busque el spotlight que otorga rescatar familias, cobijar bebés o comer pollo loco.
@enriqueburgosv