Qué leer (I)

Jalisco /

2025. El año de las guerras. Ucrania. Gaza. El año de la inteligencia artificial. El año de Trump. Racismo. Xenofobia. 2025. El año del asesinato de Manzo. La generación Z. Los narcos en Estados Unidos. La destructiva reforma judicial.

Es difícil acabar el año con una sonrisa. No obstante, siempre tendremos los libros. Esa fuga que nos permite imaginar lo imposible. Tocar y oler lo inalcanzable. Mundos nuevos se abren y la esperanza aparece.

En esta primera entrega, me gustaría recomendar cinco textos que marcaron mi año y me dejaron enseñanzas puntuales, tanto personales como profesionales.

Disfruté apasionadamente el libro La biografía del silencio del sacerdote español Pablo D´Ors. Es un texto breve. Compuesto de pequeños capítulos que se leen como degustar un aperitivo. En un mundo marcado por la velocidad y el ruido, el silencio es una auténtica revolución. Ser capaz de conectar espiritual y mentalmente con uno mismo es la libertad profunda. No lo es el consumismo. Ni la adicción digital o la dopamina de las redes sociales. La felicidad es la paz. La paz es el silencio apacible.

Más de algún lector o apasionado de la vida pública, me ha comentado: me gustaría escribir. Todos pensamos que el retiro laboral o la distancia de la vida pública, podría ser un buen momento para escribir. Sin embargo, escribir es más un hábito que un talento. Es cierto que hay escritores que nacen con una predisposición maravillosa a escribir, como hay quien tiene un talento innato para los números o para tocar un instrumento musical. No obstante, todos podemos escribir. Llevar un diario. Plasmar aquello que nos motiva o nos emociona. Tener un registro de las ideas que nos parecen importantes.

Y los académicos británicos Bec Evans y Chris Smith publicaron un texto guía que se llama: Escrito, cómo escribir y hacer de ello un hábito. El método de ambos es la base de un proyecto que se llama “Academia escrita”, que ayuda a personas a incorporar en su vida el hábito de escribir. Igual que hablamos, nos ejercitamos o leemos, saber escribir es fundamental para pensar bien y clarificar nuestra mente.

Hablemos un poco de política. Pero vinculémosla con otra de mis pasiones muy personales: el futbol.

El periodista Ramón Usall escribió un texto maravilloso que se llama Futbolítica. Es un recorrido por los principales clubes de futbol del mundo, acompañado de una reflexión política en torno a su surgimiento. ¿Quién es el club histórico de los trabajadores parisinos? ¿Por qué el Barcelona es más que un club? ¿Por qué la Juventus representa a la oligarquía del norte italiano o por qué el Colo Colo es el club de la dictadura de Pinochet?

Y si usted quiere profundizar en esa relación entre política y fútbol no dejen de leer al gran Toni Padilla y su libro Único e grande amore. Un recorrido cultural, político, social y hasta culinario por la bota italiana. El balón y la política, aunque no queramos siempre van de la mano.

Javier Cercas y Fernando Aramburu tienen que estar siempre. Adoro la honestidad y el sarcasmo del primero, valoro la descripción trágica del segundo. En conjunto con el cubano Leonardo Pandura, me parecen de lo mejor en lengua española.

De Cercas recomiendo todo (especialmente Anatomía de un Instante que ya se convirtió en serie). Pero no puedo más que sumarme a todas aquellas voces que recomiendan El loco de dios en el fin del mundo. Como siempre Cercas comienza con una disquisición simple: ¿Existe la vida después de la muerte? La pregunta simple por su habitualidad, pero compleja de responder, lleva al escritor a emprender un viaje a la lejana Mongolia para poder conversar y hacerle esa pregunta al Papa Francisco. Un texto imperdible para nosotros y para la madre de Cercas.

De Aramburu, recomiendo El niño. Devoré la novela en días. Es una historia trágica, pero que combina esperanza, humanidad y emocionalidad. Los personajes de Aramburu son tan humanos como pueden ser. No hay súper héroes ni caricaturizaciones, sino personas con problemas, angustias y batallas. Cada que leo a Aramburu una parte de mí se transporta a los paisajes grises de Euskadi. Más parecidos a Escocia que a Andalucía.

Feliz Navidad.


  • Enrique Toussaint
Más opiniones
MÁS DEL AUTOR

LAS MÁS VISTAS

¿Ya tienes cuenta? Inicia sesión aquí.

Crea tu cuenta ¡GRATIS! para seguir leyendo

No te cuesta nada, únete al periodismo con carácter.

Hola, todavía no has validado tu correo electrónico

Para continuar leyendo da click en continuar.