Destino Manifiesto

Ciudad de México /

Muy pocas en la Historia son las guerras de conquista que establecieron imperios que perduran hasta nuestros días. Como un mandato de la providencia divina concibió el periodista John O'Sullivan en 1845 la conquista de nuevos territorios y la formación de un nuevo imperio, el más poderoso de la tierra. Ese era, para él y para quienes gobernaban entonces en Washington, el “Destino Manifiesto” de Estados Unidos.

¿Qué sería de esa nación sin California? ¿Qué si se hubiera quedado confinada en la costa atlántica? ¿Por qué de esa guerra, la más importante de su historia y a la que deben su poder actual, nadie habla en Estados Unidos? ¿Por qué no hay monumentos a los “héroes” de esa contienda, de la que tampoco se les enseña ni una sola página a los estudiantes en las escuelas de aquel país?

La respuesta es sencilla: porque no hay nada heroico ni aleccionador en ese sangriento y desvergonzado atraco. Movidos solo por la avaricia, sin justificación política o diplomática alguna, se lanzaron los estadunidenses contra México hace 176 años y lo despojaron de más de la mitad de su territorio.

Hoy vuelve Donald Trump —con sus bravuconadas y desplantes ofensivos— a esa misma obsesión decimonónica. Hacer grande a su nación a costa de la nuestra es lo que pretende y eso las y los mexicanos no podemos ni debemos permitirlo. Hemos de hacerle saber al próximo presidente de Estados Unidos que Claudia Sheinbaum, la persona más votada de la historia de México, no “llegará sola” a negociar con él y que somos millones, a ambos lados de la frontera, quienes la respaldamos.

Así como mexicanas y mexicanos de todas las clases sociales se volcaron a las calles en apoyo al general Lázaro Cárdenas cuando la expropiación petrolera, debemos ahora, en todo el país y también en Los Ángeles, San Antonio, Las Vegas, Chicago o Nueva York hacer sentir que estamos unidos, que queremos ser tratados como iguales y que nuestras y nuestros compatriotas al norte del Bravo merecen respeto y reconocimiento por su histórica y enorme contribución al progreso de aquella nación.

¿Destino Manifiesto? ¿Otra vez, Sr. Trump? Solo que ahora sea el de dejar de ser imperio.


  • Epigmenio Ibarra
  • Periodista y productor. Fundador de la prodcutora Argos. Corresponsal de guerra entre 1980 y 1990 / Escribe todos los miércoles su columna "Itinerarios"
Más opiniones
MÁS DEL AUTOR

LAS MÁS VISTAS

¿Ya tienes cuenta? Inicia sesión aquí.

Crea tu cuenta ¡GRATIS! para seguir leyendo

No te cuesta nada, únete al periodismo con carácter.

Hola, todavía no has validado tu correo electrónico

Para continuar leyendo da click en continuar.