¿Aulas u online? Un volado donde siempre perdemos

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La cuenta regresiva para, perdonen la rebuznancia, el regreso a clases, ha iniciado, y con ello viene bajo el brazo la impotencia, la ignominia, el desconcierto y el descontrol hasta lo más interno de las viviendas mexicanas, del grueso popular.

Desde el gobierno federal existe un discurso débil, que no ayuda en nada a los planteamientos de los gobiernos estatales, responsables de la educación básica (primaria y secundaria).

No es que no haya argumentos válidos, por supuesto que sí: la mayoría de nuestros niños verá caer (más) su rendimiento educativo tras unas accidentadas clases online con familias sin dispositivos para sus niños y maestros de la old school que desconocen las tecnologías.

Y en año y medio, no cambió nada para fortalecer esta área, todo sigue igual: “maestros, échenle ganas; papás, si les cayó la beca Benito Juárez qué chingón, si no, háganle como puedan”.

Por otro lado está la salud pública en medio de un agujero negro irresponsablemente promovido por los gobernantes con las aperturas de giros económcos no esenciales tras su cagazón en las campañas electorales que tienen hoy los casos detonados y semáforos e rojo y naranja.

Y sí, la variante delta.

Es ahí donde los maestros que no están vacunados, o de estarlo le hacen el feo a la dosis CanSino, rechazan la vuelta a las aulas porque los niños y adolescentes de primaria y secundaria, aunque aguanten el virusazo porque ser “casi” inmunes, son agentes transportadores de “la enfermedad” por no estar vacunados.

Ah, ¿pero cines y fiestas?

Esta cosa nostra es que, mientras se anuncia este regreso a clases y, aclaremos para que no digan que somos amarillistas, será opcional y por zonas, las familias se preparan para el trancazo económico que significará la compra de material escolar, uniformes, calzados, mochilas, incluso las “ilegales” pero más que necesarias cuotas escolares, y ahora mantener una cuenta de internet o pa’ la recarga diaria, que se añadió a la lista de útiles educativos.

Tras tres rebrotes de covid y una nueva cepa, no estamos listos para volver a las escuelas, pero tristemente, tampoco para continuar con las clases a distancia porque, si la educación es débil en las aulas, peor, mucho peor desde casa… y ni siquiera aprendimos a usar el cubrebocas.

¡Viva México, cabrones! _

  • Erik Vargas
  • erik.vargas@milenio.com
  • Reportero de oficio, periodista de opinión y contador de historias. Actual coordinador del área soft de Milenio Digital (M2).
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