La segregación es el mal anímico del mundo, pensar que unos son mejores que otros o que no deben mezclarse. Lo hace la religión, las ideologías de razas, lo promovió el Brexit, lo hace hoy Estados Unidos… y de manera local Tamaulipas lo traza políticamente con su vecino, Veracruz.
El gobernador Francisco Cabeza de Vaca habla de la inseguridad al otro lado del río Pánuco y el miedo al contagio:
“Con la pena pero aprecio más a los tamaulipecos, tenemos que cuidar este tema, porque se nos puede descomponer de un día para otro si nos descuidamos, por ello pido a los sectores que se solidaricen con las acciones que vayamos a tomar, incluso algunas de ellas radicales” (MILENIO Tamaulipas, 13 de junio de 2019).
Pero el panista olvidó ciertas cosas sobre su sentencia:
Hay una Zona Conurbada huasteca dependiente entre ambos estados que se ha olvidado promover y fortalecer de manera conjunta desde su estructura metropolitana aprovechado las diversas características que llevan los 5 municipios (6 si cuentan a Tampico Alto).
Tamaulipas no vende piñas: Ciudad Victoria y Reynosa, están en el top cinco de ciudades más peligrosas del país, e incluso, tomadas en un catálogo de inseguridad a nivel mundial.
El sur del estado tampoco es la fortaleza del bien: en este momento hay un estudiante desaparecido y se hablan de más casos que no han sido denunciados; luego los robos, extorsiones, y lo que sigue.
Digamos que sí, como sentencian, colonias de Pueblo Viejo, o el casi fantasmal Moralillo, colindantes con el sur de Tamaulipas, son islas de la maldad que guardan reservas de delincuentes, pero ni Cabeza de Vaca ni Cuitláhuac García, han dado pie a un acercamiento que asome la posibilidad de potencialización de esta área metropolitana, un desarrollo en conjunto que corresponsabilice sobre los temas económicos, sociales, culturales, pero sobre todo, de seguridad, privilegiando la política.
A Cuitláhuac le vale madres, y la postura de Cabeza de Vaca es igual a la de Trump, acusa de su seguridad a la frontera hermana y anuncia, en el trasfondo, una inflexible posición sobre la crisis migratoria.
Hace un par de años hice ‘bullying’ a un alcalde por su ridícula visión de un muro ficticio entre Tampico y Madero.
Chingao, parece contagioso.