Hay una crisis, sanitaria, pero a México está ganando la batalla contra el coronavirus. Tenía que decirse… y se dijo.
Aun con el catastrófico panorama que muchos ven o desean ver de la pandemia de la segunda década del siglo y sus efectos en nuestros país, la curva de casos desde su aparición, en comparación con la que en su momento tuvieron otros países como China, Italia o España, incluso Estados Unidos, es muy baja.
Hasta el momento en que su servidor tecleó enter para enviar este texto a edición, México contabilizaba 251 casos positivos y 697 sospechosos.
Dos muertes.
Sí hay una crisis, insisto, también debe decirse. Hay daños, muchos, principalmente el cierre de negocios. Eso no es algo menor.
La economía sufre un duro golpe que necesitará un reacción emergente de los gobiernos… ¡ay, los gobiernos y su torpeza!
Muchos negocios optaron por cerrar; otros, los que conglomeran gente, fueron obligados a hacerlo, depende la rigidez de sus ayuntamientos o estados, y esto fue resentido por los empresarios.
En su mayoría, estos han optado por la flexibilidad con sus empleados; hoy ya es más que popular el anglicismo “home office”, muchos han enviado de descanso a sus empleados mayores con goce de sueldo. Sí, hay una cadena comercial que la regó, pero la reacción civil contra su insensibilidad laboral es un espejo en el que se reflejarán otras empresas.
Acá, en Tampico, un grupo de dueños de negocios lanzó una interesante campaña para incentivar el comercio local y evitar cierres y despidos los días que dure la contingencia o posterior a ellos.
Esta pauta será elemental para el sostenimiento de la economía local, sobre todo la micro y mediana empresa.
El caos que genera el cierre de espacios públicos fue el golpe certero en el cognitivo colectivo, uno que México no conocía, no en esa dimensión, y que advirtió de manera adecuada y oportuna, gracias a haber llegado a destiempo a la crisis sanitaria, y de ver los ejemplos de países que no tuvieron la oportunidad.
Hay daño y será mayor; sin embargo, si se contiene el virus, como parece será, la pérdida por cierres de prevención será menor, en lugar que fuera como en España o Italia, donde la cuarentena fue por la mortandad sin control. _