El progresismo es aspiracional en los gobernantes, ese deseo casi inmoral de montar escenarios utópicos que esperan hacer reales, y con ello, convertirse en ejemplos a seguir.
En este tenor, a diputados panistas de Tamaulipas se les ocurrió, la entonces progresista iniciativa, de crear un cobro especial por el servicio de la recolección de basura de dos pesitos diarios. Un impuesto, chingao.
Arturo Soto, ex aspirante en dos ocasiones a la alcaldía de Victoria y promotor de este nuevo cobro, ya había anunciado otra intención recaudaroria de este vuelo hace un año: un impuesto especial a automovilistas foráneos que circularán por Tamaulipas y que no tuvieran placas del estado, pero el cual no fructificó (o no le fue autorizado).
La nueva propuesta fiscal, que se adhiere también al incremento de los valores catastrales en cuatro municipios (Matamoros, Reynosa, Tampico y Tula) busca que la recolección de basura doméstica tenga 10 veces el valor de la Unidad de Medida y Actualización diaria por cada metro cúbico de basura.
Es decir, actualmente el valor de la UMA es de 84 pesos con 49 centavos con lo que el cobro aproximado es de 844 pesos con 9 centavos por vivienda, mientras que por actividades comerciales, animales o de servicios 15 veces el valor del UMA, cerca de mil 267 pesos.
Por permitir a personas físicas o morales depositar sus residuos sólidos no peligrosos dentro del relleno sanitario municipal nueve veces el valor de la UMA diaria, algo así como 760 pesos.
Todo, con la posibilidad de un bello descuento del 10 por ciento por pronto pago.
La propuesta se antoja adecuada en tiempos del cambio climático, Greta Thumberg y los criminales recortes presupuestales de la 4T, ¿verdad? Un bocado de primer mundo.
Sin embargo, parafraseando a nuestro buen Ricardo Arjona, el problema no es que lo cobren sino en qué se lo gasten, porque el plan parece más recaudatorio que una medida emergente que garantice el cuidado ambiental, que mejore el fallido trato a los desechos, impulse proyectos ecologistas y sustentables, y la cultura del cuidado al medio ambiente, el reciclaje, dote de un mejor servicio, y hasta empleados mejor pagados y preparados. Pero es el varito, queridos amigos, el varito.
El planeta qué.