Mercado de Tampico, el mensaje de su regreso

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Regresaron los Mercados de Tampico. Esta es una buena noticia para la ciudad y debe dar varias lecturas a corto y mediano plazo. 

La primera me viene de un titular de MILENIO Tamaulipas donde se leía “a quien no le gustaba ir al mercado de Tampico, ahora sí va”

Aquí hay una realidad potencial, porque arquitectónicamente es muy bello, y si tomamos en cuenta las obras alternas, como en la bajaba Olmos, el barranco de los Alemanes y la plaza de los Mariachis, mejor conocido como Triángulo, tenemos un atractivo para el turismo que normalmente queda encantado con la infraestructura de la Nueva Orleans de la Huasteca.

Ahora a garantizar la conservación para que no solo sea por novedad, sino un imán permanente para que por muchos años siga yendo gente que antes no iba, aunque de esto dependerán mucho las voluntades políticas, y eso, sabemos, ha dañado mucho a Tampico. 

Sin embargo, la lectura más importante, por lo menos para quien te escribe, es la necesidad de incentivar el comercio local.

La crisis pandémica es una enorme prueba para las sociedades para su fortalecimiento interno. Muchos negocios soportaron el embate de la cuarentena específicamente por el consumo local. Tampico y su Zona Conurbada, como capital de las Huastecas, eran un ejemplo de comercio regional, por ello por muchos años las franquicias mundiales no eran tan necesarias.

A nivel mundial se creó conciencia de que el comercio local era fundamental para soportar la pandemia del coronavirus. Países en todo el mundo han fortalecido esta parte, aunque para muchos como Alemania o Rusia les fue más fácil por el poderío de su mercado propio.

La Huasteca tiene muchas virtudes: una gastronomía increíble, productores en diversos ramos, y en el caso de Tampico, junto a Madero y Altamira, conciben una vocación turística poderosísima. 

El significado del mercado de Tampico me parece coyuntural para enviar este mensaje de manera efectiva, y se debe trasladar a una concientización ciudadana, pero sobre todo a una serie de herramientas legales que eviten que incentivar a los emprendedores y sus negocios quede en manos solo de la voluntad política.

Bueno, pues a ir por unos taquitos o torta de la barda, abastecer la alacena y hacerse de un sombrero o una playera.

  • Erik Vargas
  • erik.vargas@milenio.com
  • Reportero de oficio, periodista de opinión y contador de historias. Actual coordinador del área soft de Milenio Digital (M2).
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