Guardia Nacional: hacia un México militarizado

Ciudad de México /

El miércoles por la tarde, 362 diputados votaron a favor de las reformas constitucionales para crear la Guardia Nacional, esa corporación que mezclará Ejército, Marina y Policía Federal y que se encargará de continuar los 12 años de guerra iniciados por Felipe Calderón en diciembre de 2006.

Al aprobarse la reforma –que ahora debe ir al Senado y después a congresos locales–, la cuenta institucional de Twitter del bloque de Morena se refirió a lo sucedido como “pasos firmes rumbo a la paz y la desmilitarización del país”.

Este mensaje llama la atención por cómo busca darle nuevo significado a los conceptos. Como mostrara George Orwell en 1984 con su famosa neolengua: arriba es abajo, abajo es arriba. Guerra es paz, paz es guerra.

Porque si algo hace la reforma es empoderar aún más al Ejército y a la Marina: en la práctica, aunque se hable de un mando civil, todas las decisiones del día a día respecto a la guerra provendrán de la Secretaría de la Defensa. A la GN se le dará facultad de auxiliar investigaciones del Ministerio Público. Y se le encargarán tareas de seguridad pública: en esencia podrá suplir a los cuerpos policiacos del país entero, empezando por la Policía Federal, que desaparecerá.

Esto quedará explícito en la Constitución. Con todas sus letras: seguridad militarizada por tiempo indefinido.

Y lo hace mediante engaños. En campaña se prometió enviar a militares a los cuarteles; hace días se prometió escuchar a los expertos. Promesas y nada más.

Pero eso no es todo: en lo que se aprueba la Guardia Nacional, el Ejército ya juega un papel más importante en la actual administración que en las previas: entre otras cosas, se le ha encargado construir las pistas del nuevo aeropuerto de Santa Lucía. Se le ha ordenado vigilar permanentemente los ductos de combustible. Y, según lo dicho ayer por el Presidente, incluso se le ha encargado operar las nuevas pipas de gasolina que el gobierno federal está por adquirir.

En pocas palabras, estamos transitando hacia un México militar. Un México donde el Ejército y la Marina se encargan del combustible, de la construcción, de las tareas policiacas.

Sí, la derecha le abrió la puerta al Ejército. Pero la izquierda le entregó las llaves.

@esteban_is
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  • Esteban Illades
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