Matrimonio gay: una década. (Reflexiones)

Sí, es falta de voluntad política. La polémica por la aprobación del matrimonio igualitario en el Estado de México a eso se resume; hoy lo que cambia es quién conduce el timón.

Poco a poco se difumina la ilusión de un cambio estructural, político y social en el Estado de México con la llegada de Morena y su mayoría al Congreso local. Son muchos los tropiezos y desacuerdos a siete meses de la 4T Legislativa. El más representativo, hasta ahora, es la división interna propiciada por la iniciativa de matrimonio igualitario que se encuentra en jaque y prácticamente en la congeladora (de nuevo).

Sin embargo, el debate que retoma y apuntala el Grupo Parlamentario del PRD, con Omar Ortega Álvarez al frente, ingresó precisamente hace diez años. Una rápida cronología: En 2009, la propone el PT; en 2010 la impulsó Israel Filós, presidente de la Asociación Grupos Vulnerables y representante de la comunidad LGBTTTI; en 2013, la retoma el PRD; en 2015 hace lo mismo el entonces gobernador Eruviel Ávila Villegas y, para 2016 y 2019, otra vez el Sol Azteca. Habría que destacar también la actuación de la UAEM, durante la administración de Jorge Olvera García, que mostraba una opinión favorable a la legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo.

También habrá que recordar que en el 2018, una de las premisas en el auge de Morena era la de no solamente promoverla sino aprobarla cuanto antes en concordancia con su bandera de partido de izquierda a favor de las minorías.

El tema es sencillo y me apego a las reflexiones de la Suprema Corte de Justicia de la Nación sobre esta propuesta:

• La Constitución general no establece un tipo específico de familia ni que ésta se constituye exclusivamente por un matrimonio entre hombre y mujer.

• Es inconstitucional que las legislaciones estatales establezcan la procreación como finalidad del matrimonio y/o que éste se realice exclusivamente entre un hombre y una mujer.

• La definición legal de matrimonio que contemple la procreación como finalidad vulnera los principios de igualdad y no discriminación.

• A los matrimonios entre personas homosexuales les asiste el mismo derecho de adopción que a los heterosexuales.

Por tal motivo, los grupos conservadores al interior de la 60 Legislatura impiden la concordancia de leyes con lo estipulado por la SCJN desde 2009. Es decir, la dimensión es aún mayor: el Estado de México tiene un rezago legal, cultural, ideológico e incluso discriminativo de, por lo menos, 10 años, y eso no es tema de debate. Punto.