LIGUILLA APERTURA 2025 (V): LA FINAL

CdMx /

Un enfrentamiento definitivo inédito en el fútbol nacional, a pesar de tratarse de dos equipos que a lo largo de los años han estado presentes en estas instancias. Como suele suceder, el partido de ida resultó rocoso y definido por el juego físico, mientras que en el de vuelta se vivió el drama que todo digno partido definitivo presenta, además de momentos contrastantes entre ambos equipos con un balance al final de un enorme equilibrio. El título estuvo en manos de cualquiera de los dos en varios episodios.

UN ZARPAZO DEL TIGRE PARA PRESIONAR AL DIABLO

La UANL recibió al Toluca en un explosivo Volcán con las tribunas pintadas y formando la palabra Tigres, por si quedaba duda de la incondicionalidad de la gradería. El inicio resultó accidentado entre faltas, incluyendo un empujón revisable en el área de la visita, y presión alta ejercida por el local, con alguna llegada que lograba ser resueltas en el penúltimo toque por parte de las defensivas. Fue alrededor del minuto 20 cuando se presentó la primera llegada seria para los norteños pero el arquero González logró desviar el peligroso disparo de Gorriarán; de ahí continuó la presión y Correa estuvo cerca de convertir con sombrerito incluido. El dominio de los de amarillo fue incremental, mientras que los de rojo no conseguían conservar la pelota más allá de dos o tres toques, considerando su formación de inicio con tres centrales, por lo que el juego se desarrollaba en una sola mitad del campo. Lainez estuvo cerca con tiro raso que terminó acariciando el travesaño tras intervención del arquero, pasada la media hora de juego. La primera parte se diluyó con similar tendencia, si bien los del Estado de México lograron sacudirse un poco la presión en los minutos finales, todavía sin inquietar al frente.

La segunda mitad arrancó de manera más prometedora. Muy pronto cayó el primer gol producto de una falla del arquero toluqueño que, al intentar salir jugando, regaló la pelota y Correa la empujó a la red, si bien la visita reaccionó de inmediato y por poco empareja el cartón pero la pelota se negó a traspasar la línea de gol en disparo de Angulo. Vinieron los cambios del Turco para adelantar un poco al equipo y el partido se abrió para beneficio del espectáculo: tras algún disparo cercano de los anfitriones, otra vez Correa estuvo cerca del segundo pero su lance a primer poste salió por fuera y la visita mostraba mayor vocación para ir en busca del empate, aún sin encontrar demasiada claridad del otro lado de su cancha. Los minutos se diluyeron sin mayores aproximaciones, más allá de un disparo bien tapado por Antuna y un remate del local, y en la compensación, Morales, quien había ingresado de cambio, se hizo expulsar de manera absurda para dejar a los visitantes con uno menos. Los Tigres fueron mejores y merecidamente se llevan una ventaja, nada definitiva, pero ventaja al fin, en tanto que los Diablos parecieron tardarse en jugar como acostumbran, estilo que tendrán que recuperar desde el inicio en la vuelta si quieren emparejar y darle la vuelta al marcador.

EL DIABLO CONJURA AL TIGRE

El infierno ardía en la vuelta para el partido de vuelta y a pesar de que el cuadro toluqueño salió a buscar el arco de los de Nuevo León, quienes salieron también con toda la atención: muy pronto Paulinho y Castro enviaron prematuros avisos pero fueron los visitantes los que lograron anotar el primero en tiro libre de Gignac al final desviado por Gorriarán, cerca del cuarto de hora de partido. Ahora frente a una desventaja de dos goles, los Diablos se hicieron cargo de la situación adversas y empezaron a empujar fuerte: se vivieron minutos de intensa presión y posesión casi absoluta de la pelota con Marcel dominando el centro del campo; la figura de Nahuel se empezó a agrandar y los embates se lanzaban por todas partes, entre disparos de media distancia, servicios filtrados, centros y un par de claras opciones que se quedaron fuera del marcador, sobre todo una del campeón goleador que falló frente a la puerta, mientras que los Tigres se echaban para atrás muy pronto y demasiado territorio. En este contexto, Helinho tomó la pelota en el pico del área al 40’, dribló hacia dentro y soltó preciso disparo que dio en el poste y se incrustó en la portería para empatar el juego y acercar a su equipo en el global. Los minutos restantes se desarrollaron entre faltas fingidas, entradas fuertes y demasiados reclamos, bien cortados por el árbitro Ramos.

Al arranque del complemento, el equipo de casa salió en similar forma y empezó a generar peligro: muy pronto, Paulinho ahora sí convirtió el servicio de Helinho para anotar el segundo al 52’ y poner el global empatado. Ante el gol y los cambios, reaccionó por fin el equipo visitante y se orientó hacia el frente para tratar de recuperar la ventaja, casi conseguida en jugada atropellada y después en un par de arribos con alta dosis de peligrosidad, pero la pelota no llegó a las redes a pesar de los esfuerzos del ingresado Ibáñez. Fueron los mejores minutos de los de amarillo en los que se le perdonó la segunda tarjeta de igual color a Pereira, el bastión de la defensa de los de rojo; a partir del 70’ el partido nuevemante se emparejó, incluyendo una opción clara para los del Estado de México vía López con la puerta abierta y otra que por poco convierte Castro. A pesar del dominio de los visitantes, las llegadas dejaron de generarse y el tiempo regular se agotó.

Para los tiempos extra el local lucía más disminuido, mientras que la visita salía para merodear el área rival; no obstante, los Diablos fueron quienes enviaron los principales avisos, si bien no del todo claros, para tratar de anotar el gol de la diferencia, incluyendo un extraño disparo desde media cancha que Nahuel tuvo que sacar en emergencia. Al inicio de los segundos quince minutos, Ibáñez estuvo cerca de convertir un gran gol de media tijera pero su disparo salió ligeramente desviado; pronto respondió Vega, que entró a manera de talismán, con un gran centro que el incombustible Marcel cabeceó pero la pelota salió a las manos del arquero felino. Hubo otros intentos pero ya el desgaste jugaba en contra de la precisión y la velocidad: el destino parecía ser la definición desde los once pasos.

Pero no se esperaba tal nivel de angustia, drama y explosión tanto de júbilo como de tristeza: dispararon todos los jugadores de campo, incluyendo los porteros cuyos disparos fueron detenidos por su colega, y el título se definió hasta el primer disparo de la segunda ronda, es decir, después de 12 rondas: paradójicamente, Correa, el mejor jugador del campeonato, falló el definitivo con buena intervención de García, mientras que Vega, que entró más como elemento motivacional, logró anotar el definitivo para que el Toluca terminara ganando 9-8 la serie y así alcanzar su decimosegundo título de su historia, empatando a las Chivas en la segunda posición. Una final memorable en la que la UANL dejó todo en el campo para llevarse un dignísimo subcampeonato.


  • Fernando Cuevas
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