Medio digital a plataforma tradicional

  • Cambio de frecuencia
  • Fernando Mejía Barquera

México /

Los movimientos de las empresas de comunicación para ubicarse o reubicarse de la mejor forma posible dentro del ecosistema mediático generado por la convergencia digital parecen no tener límite; las combinaciones pueden ser muchas: medios que nacieron analógicos y hoy son considerados “tradicionales” buscan salida para sus contenidos por medio de plataformas digitales; pero también ocurre lo contrario: medios que “nacieron digitales” buscan utilizar plataformas tradicionales.

A la radio

La búsqueda de “salidas digitales” por parte de medios tradicionales ha sido mayoritaria hasta el momento pero el fenómeno inverso parece incrementarse. Es el caso de Netflix, la OTT que revolucionó la forma de consumir películas y otros productos audiovisuales antes solo asequibles en televisión y cine. Hace unos días se hizo público el acuerdo firmado por esa empresa y Sirius XM —una compañía dedicada a la transmisión de radio restringida vía satélite— para crear un canal de audio especializado en comedia en el que los contenidos serán aportados por Netflix y la distribución, a través del espectro radioeléctrico, por su socia.

La oferta de dicha plataforma incluye una gran cantidad de shows protagonizados por comediantes especializados en el género llamado stand up y la firma estadunidense quiere darle a esa producción una salida adicional. Ésta será a través de audio en Sirius XM y estará en operación a partir de enero de 2019 en Estados Unidos y Canadá.

Netflix is a joke

Si bien, Sirius XM no es radio abierta sino por suscripción, pertenece al viejo ecosistema mediático: existe desde 1990. Para esta empresa el canal especializado en comedia, que se llamará “Netflix is a Joke”, representa un nuevo contenido; para Netflix la posibilidad de promover su oferta de shows de comedia y apoyar el lanzamiento de “nuevos valores” del stand up.

En 2019, la empresa de entretenimiento pondrá en marcha un proyecto con la participación de 47 comediantes de 13 regiones de todo el mundo —incluidos latinoamericanos— lo cual podría generar en el futuro acuerdos con empresas radiofónicas locales para impulsar su transmisión por audio.

Salas de cine

Netflix pretende ingresar también a otro medio tradicional: la exhibición de películas en salas cinematográficas. Intenta comprar alguna de las empresas que manejan salas de cine que son operadas a través de suscripción: mediante cuota de 10 dólares al mes se tiene derecho a acudir a la sala cinematográfica una vez al día.

Entre las empresas que operan con este esquema están Landmark Theatres, Movie Pass y la cadena AMC, todas en Estados Unidos. Movie Pass, sin embargo, anunció hace algunas semanas que iniciará operaciones en América Latina durante 2019. Netflix quiere entrar al negocio y ha invertido mucho dinero en producción de películas originales, se calcula que solo en 2018 lanzará 80 títulos con presupuestos chicos, medianos y grandes; por ejemplo Bright, protagonizada por Will Smith, costó 90 millones de dólares y The Irishman, a estrenarse en 2019, dirigida por Martin Scorsese, con Robert De Niro y Al Pacino a la cabeza del elenco rebasará los 100 millones.

Viejo ritual

Al parecer, Netflix considera que llegó el momento de buscar otras plataformas de exhibición para sus películas. En primer lugar, tiene el deseo de ganar un importante festival cinematográfico por todo lo que implica en términos de prestigio. Recordemos que dos películas suyas quedaron fuera del concurso Cannes en 2017, debido a que no fueron exhibidas en salas cinematográficas.

Pero también está, por supuesto, el factor económico: la posibilidad de llegar al nicho de consumidores que siguen disfrutando el viejo ritual de asistir a una sala de cine en lugar de consumir películas en su móvil, computadora o pantalla hogareña. Las “combinaciones inter plataformas” continuarán en la industria de la comunicación y el entretenimiento porque los medios tradicionales tienen la virtud de la cobertura masiva inmediata, pero sus contenidos pierden vigencia una vez transmitidos, mientras que los contenidos de medios digitales, aunque permanecen indefinidamente en la red con la posibilidad de ser consultados cuando se desee, corren el riesgo de pasar desapercibidos entre los millones de videos, audios y textos que diariamente son subidos a ella.

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