Han salido de a poco los nombramientos del gabinete estatal. De anfitrión, el señor del micrófono, quien, con su simpatía singular, ha mostrado el CV de cada integrante, y les permite tomar la voz unos minutos. No le ha costado que hablen, a pesar, de ser un gran artista de la improvisación, escucha con una mirada al suelo, reflexivo de saber si es el o la correcta para ocupar esa posición.
Los anuncios iniciaron antes de que el TEPJF le diera el gane definitivo. Vemos las caras e inevitablemente nos preguntamos si habrá continuidad o se asoma un cambio. Aunque este último siempre sea el deseable. Por lo pronto vemos rostros que, sin temor, anuncian continuidad, a lo que se inició en Zapopan y al de su mentor, Enrique Alfaro.
Quizás mitad y mitad, para romper la inercia del dedazo. Pese a que Pablo pertenece a una estirpe diferente, la de los empresarios, tuvo que lidiar con el peso del mayor activo político de Jalisco. Su fuerte, la promoción económica, se nota su mano, se ven caras que trabajaron en Zapopan, el caso de la próxima secretaria de economía, Cindy Blanco. Se dice que hará buena dupla con Mauro Garza, reconocido empresario también integrante del consejo patronal.
Lo que sí es blindaje del más alto son las finanzas. Hubo una operación seria en las finanzas, porque, primero finanzas sanas y luego todo lo demás. A las finanzas llegaron los técnicos, los que verán peso por peso, los de las maestrías en economía y los que salvarán al estado de la catástrofe. Secretaría de Hacienda y el IPEJAL estarán bien saldados, Partida y Sotelo son de confianza, pero de confianza de Enrique Alfaro y tendrán que serlo sí o sí de un Pablo que tiene un escándalo económico, nada más de 300 millones de pesos con un banco en Zapopan, y no puede permitirse otro.
Pero sin duda lo que llama la atención es que Esquer venga del paraje de la derrota, a ser jefe de gabinete. No sorprende que quien se dice el mayor caminante de Jalisco, sea el que tenga la encomienda de tener a raya a los secretarios. Que Esquer se parezca o no a Hugo Luna es algo que no importa, lo que sí es valioso es que le muestre a la gente que no tiene experiencia, cómo llevar programas y acciones a todo el estado, quien mejor que él para encaminar.
El señor del micrófono ha decidido por gran parte de su gabinete, incluido el sector salud y social, en el que puede haber cosas innovadoras por los perfiles que echan hacia delante políticas, como Salomón, o como Priscilla que, si bien no tiene experiencia en el ejecutivo, puede sorprender con programas de alta sensibilidad.
Pero en terrenos como los de Jalisco, donde hay mayores prioridades, todavía seguimos sin conocer quién dirigirá la nueva secretaría de búsqueda, un paquete que pesará mucho; otro enorme, la distribución del recurso líquido, y por supuesto quién velará por la seguridad. Por eso digo que, en estos terrenos de terrible vituperio, importa más lo que se haga, no importa quién termine haciéndolo, aunque el que se elija sí debe poder y saber hacerlo.
Nunca he estado de acuerdo en felicitar a los y los que tendrán cargos públicos, porque son pocos los que sí lo merecen, merecimiento que no tiene nada que ver con favores políticos, sino con proyectos que tengan por objeto incidir determinantemente en lo público.