Quisimos hacer historia

Jalisco /

Preparé este día porque no sería común. Fui al palenque de Guadalajara ¿extraño? Porque como soy un hombre de ley di los resultados de mi gobierno a la sociedad jalisciense. Cuando arribé me recibieron como me despidieron, con aplauso y algarabía. Sí, todos lo saben, y por eso todos deben reconocérmelo: soy completamente modesto, lo merezco y lo merezco por lo que trabajé y logré como gobernador, porque ejercer el poder es justo eso, poner orden y que las cosas salgan. No lo hice por mí, lo hice por todos ustedes.

Fui un hombre de convicciones y hoy le mostré al mundo unas cuantas cosas, no ese gran libro que fue entregado a la representación del pueblo, sino un mensaje que preparé con candor, hecho para mis invitados, que fueron, más que espectadores, constructores de lo que dije.

Salí al ruedo y percibí que se había cometido un pequeño error, sería un medio día caluroso, casi insoportable, después lo veré con quién lo eligió. El sol de noviembre pesó sórdidamente y no fui el único que lo sufrió porque después vi videos donde la gente se echó aire con lo que pudo. Finalmente, llevé mi banco, porque no hay mayor recordatorio que ese pedazo de madera. Mi presentación serviría de apoyo, porque preferí hablarlo a leerlo y voltear y hacer alusiones de los que me rodean.

Y empecé con algo que quería señalar, no diré que fue algo nuevo o que nunca lo he dicho, sino era porque necesitaba oxígeno desde el primer momento y a lo malo darle prisa. El silencio se rompió, porque llevé el hacha de la intolerancia, pero sí noté que a pesar de los hachazos a la prensa y en general a mis detractores, el público quedó quieto, quizás no esperaban esa introducción ¿Acaso no me conocen y me han acompañado? ¿No saben que tengo ese afán que no oculto de buscar confrontaciones con quien piensa diferente que yo?

Mientras hurgué en mi mente a la misma velocidad que la presentación corría, las palabras, puedo decir que sí me salieron. He tenido días peores, recuerdo uno cuando me tropecé y dije que las cosas no salieron porque era culpa de la gente, pero que no pasó a mayores por una gestión implacable de medios. A decir verdad, todos los medios hablaron de mi informe, y hace rato que hojeé la prensa vi que logramos polarizarla. Se nota que nuestro equipo de prensa hace bien su trabajo, mis respetos. Me convertí sin querer en un predictor de prensa, soy capaz de distinguir quién hablará bien y mal de mí.

Me limpié el sudor 10 veces, porque como dije, hacía un calor del trópico. Aun así, le pedí a mi gabinete que sí fuera y que por ningún motivo faltase, no para multiplicar el aplauso, sino porque mi discurso iría encaminado a ensalzar lo que se hizo, con el clásico modelo de comentar los indicadores al alza. Además, siendo honestos, a nadie le importan los malos resultados, solo a los pesimistas que sí quieren un Jalisco peor.

Quiero aclarar que si me despedí hincado no fue porque creo que es el mayor de los símbolos religiosos, sino porque cuando prometí gobernar Jalisco, era con ese palomazo de canción y todavía había algunos de los que estaban en esa promesa. Mi compadre Luna, se acordará bien, que nos prometimos que haríamos historia. Y que más historia que haber planeado desde esa pequeña mesa un gobernador, uno que respetó todos los poderes y además le dio toda su fuerza a Movimiento Ciudadano, solo un ciego no lo ve.

Si me hice notar por la cantidad de enemigos que tuve, hoy los cuento como anécdotas y como amigos, ellos fueron determinantes para llegar aquí y claro mi carácter inflexible. Qué importa si al final no fui presidente de México, eso solo fue un pensamiento lejano, qué importa si no soy senador, me quedé con amigos que son senadores, diputados y hasta candidatos a la presidencia de México. Antes de irme, les dejé como siempre un buscapié, no para trabar nuevos conflictos, sino para que la prensa haga su trabajo, mientras yo y los míos preparamos nuestra siguiente vida. Será difícil ya no ser gobernador, no por el poder, porque mi vida ha sido eso y si pienso dirigir un equipo de futbol, no será lo mismo, pero de eso no quiero hablar ahorita, porque si se trata de futbol o de política, me pongo muy sentimental.


  • Fernando Plascencia
Más opiniones
MÁS DEL AUTOR

LAS MÁS VISTAS

¿Ya tienes cuenta? Inicia sesión aquí.

Crea tu cuenta ¡GRATIS! para seguir leyendo

No te cuesta nada, únete al periodismo con carácter.

Hola, todavía no has validado tu correo electrónico

Para continuar leyendo da click en continuar.